Una de las épocas más difíciles para cualquier embarazada –más si está en el último trimestre-, es el verano. Sí, el verano embarazada puede ser un suplicio si no se sabe cómo llevarlo. Aunque es cierto que muchas embarazadas lo disfrutan mucho más que lo sufren porque pueden lucir su barriguita al sol, mimarse más, descansar y disfrutar de momentos más especiales, el verano embarazada se tiene que llevar con mucha cabeza y precaución.
Dejarse llevar por la felicidad del verano y de los momentos con la familia y los amigos es muy fácil y es ahí donde muchas embarazadas empiezan a notar los efectos del verano en su cuerpo, provocando molestias físicas y emocionales.
Para que eso no te pase a ti, te dejamos algunos consejos para poder hacerle frente al verano embarazada sin que nada te lo impida.
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Cinco consejos para llevar mejor el verano embarazada
El protector solar es tu mejor aliado
Aunque tomar el sol durante el embarazo no supone ningún problema, tienes que ser consciente de que tu piel es mucho más sensible durante la gestación. Además, la aparición de estrías en la zona abdominal suele ser bastante frecuente. Por eso, el uso de protector solar con un SPF de +50 y SIEMPRE con pantalla total, sobre todo en la barriga. De este modo, estaremos protegiendo una de las zonas más sensibles del cuerpo. Y si, aunque no lo creas, es muy típico quemarse la barriga en verano si estás embarazada. Por eso, para sobrevivir al verano embarazada, es muy importante que siempre lleves contigo tu protector solar cada vez que vayas a la playa.
Por supuesto, es importante que elijas cremas libres de PABA –ácido paraaminobenzoico- ya que aunque se denomine vitamina Bx, ¡no es realmente una vitamina! Un protector solar libre de PABA, te ayudará a prevenir alergias en tu preciosa piel.
Evita los calores intensos
Por si aún no te has dado cuenta, el calor te afecta y mucho. Uno de los mayores problemas del verano embarazada es la fatiga y por eso, evitar los calores abrumadores y las horas de más radiación solar –y por lo tanto temperaturas más altas- te ayudará a sobrevivir en esta época sin parecer todo el día un zombi. Durante el embarazo, los sofocos y los calores intensos –casi como durante la menopausia-, son bastante comunes por eso, es importante que durante las horas de mayor calor –entre las 11h00 y las 18h00-, puedas estar en sitios con aire acondicionado y/o siempre lleves un abanico contigo para evitar posibles mareos y desmayos por una subida muy rápida de la tensión.
Por supuesto, es importante que sepas que cuanta menos intensidad tengas durante esas horas, mejor, ya que así, tu calor corporal no aumentará excesivamente y no tendrás que lidiar con esos sofocos o molestias.
Usa ropa ancha
Aunque esto no hace falta que te lo digamos, es necesario que uses ropa ancha si vas a pasar el verano embarazada. Lo cierto es que, durante el último trimestre del embarazo, la circulación es mucho peor –de ahí la inflamación de piernas, las varices y la hinchazón de las articulaciones-. Por eso, evitar los pantalones vaqueros, camiseta ceñidas, o faldas de tubo es importante. Usa pantalones anchos y camisetas igualmente anchas. Esto te ayudara a disminuir tu calor corporal y, además, te hará sentir mucho más ligera, evitando la aparición excesiva de arañitas vasculares y/o varices, las cuales pueden llegar incluso a ser dolorosas en esta época del año.
Duerme todo lo que necesites
Si ya el tercer trimestre es duro y el cansancio se hace notar, esto, durante un verano embarazada, se intensifica mucho más. Por eso, si necesitas echarte tres siestas, ¡échatelas! Recuerda que uno de los mayores riesgos de no descasar lo suficiente en el embarazo es la diabetes gestacional y más en verano, donde por culpa de los calores nocturnos es bastante normal que no podamos conciliar el sueño tanto como nos gustaría. Descansar te ayudará a estar mucho más radiante, más enérgica y, por supuesto, estarás haciendo que tu peque tenga un buen desarrollo gestacional y nazca sano. El descanso en verano, debe ser nuestra prioridad. Por supuesto, esto no quiere decir que nos pasemos el verano hibernando, pero sí que evitemos largas caminatas –a no ser que sean de noche o a primera hora del día- o actividades de intensidad –como hacer la compra y cargarla hasta casa-, en horas punta.
Hidrátate muy bien
Lo ultimo pero no menos importante que te vamos a decir es que te hidrates como toca. Aumentar la ingesta de líquidos en tu verano embarazada es muy importante para sentirte con fuerzas, cuidar tu piel de dentro hacia fuera y a que el líquido amniótico del bebé no se reduzca, así como el del plasma sanguíneo. Durante el verano, nuestra temperatura corporal aumenta mucho más de lo debido, por eso, aunque no tengas sed a todas horas o te sientas bien, es muy común que te deshidrates –aunque no sea de forma severa-. Por eso, bebe mucho agua –alrededor de los 2.5L o 3L al día-, ya que con ello evitarás problemas en la piel –como más estrías en la zona abdominal o las piernas y glúteos- y problemas para el bebé.
Por supuesto, comer más fruta y más verdura es también una forma de hidratarse para que puedas sobrevivir al verano embarazada. Por eso, aumentar las verduras con más cantidad de agua –el tomate, por ejemplo- y las frutas –como el melón y la Sandía-, te ayudarán a hidratarte casi sin darte cuenta. Por supuesto, evita las bebidas carbonatadas y/o alcohólicas, ya que aceleran el proceso de deshidratación
Como ves, se puede disfrutar mucho del verano embarazada, pero es cierto que hay que saber cómo hacerlo y seguir una serie de pautas, las cuales te marcará tu ginecólogo según tu caso y tus necesidades.