Te contamos todo lo que tienes que saber sobre las varices

¿Qué son las varices?

Las varices son venas que sufren una dilatación anormal debido a una anormal acumulación de sangre. La sangre acumulada, ensancha y agranda las venas, haciéndolas visibles a través de la piel.

¿Qué síntomas provocan?

Las varices provocan pesadez de piernas, edema, hinchazón, aparición de dolor calambres y sensación de acorchamiento.

¿Qué tratamiento es el más efectivo para su eliminación?

La experiencia clínica ha demostrado que el tratamiento más eficaz para combatirlas es la combinación de  escleroterapia y  láser, ya que se consiguen resultados realmente satisfactorios en su eliminación.

Con la escleroterapia se inyecta en la vena a tratar una solución esclerosante, esta sustancia irrita el recubrimiento interno de la vena provocando que éste se inflame y sus paredes se adhieran. Tiempo después el vaso se convierte en tejido fibroso que desaparece a la vista.

Tras la sesisión de escleroterapia, la vena cambia de color,y lo vuelve más “visible” al haz de luz del láser, con lo que logramos resultados mucho más rápidos y espectaculares.

Inmediatamente después de la escleroterapia, en la misma sesión, se utiliza un láser vascular que ayuda a eliminar la vena varicosa.

¿Cuando debo realizarme el tratamiento?

Los dermatólogos especialistas en varices siempre recomiendan realizar el tratamiento durante los meses de otoño/invierno, ya que la ropa que llevamos es más cubriente, no estamos tan expuestos al sol, y la temperatura es más afín para sobrellevar mejor las pautas post-tratamiento.

Tras la escleroterapia, la pigmentación de las varices aumenta, con lo que éstas se vuelven aún más visibles y antiestéticas. Con la bajada de temperatura, nuestra vestimenta cambia, y nos permitiría cubrir nuestras piernas para no mostrar las venas varicosas en tratamiento.  Ademas, se recomienda a lospacientes que se han sometido al tratamiento,llevar medias de compresión, prenda que durante los meses de calor, puede resultar realmente incómoda.

Otro factor importante a tener en cuenta a la hora de valorar cuando realizarse el tratamiento para eliminar las varices, es la exposición al sol. Al utilizar el láser vascular para eliminarlas, no es recomendable tomar el sol, ya que los rayos solares pueden irritar seriamente la piel.

Para todos los pacientes, es mucho más sencillo seguir estas pautas, si el tratamiento contra las varices se realiza durante los meses de otoño o invierno, que si lo hacen durante los meses de primavera o verano.

Consejos para cuidar tu piel en invierno

El invierno expone a nuestra piel a contrastes fuertes de temperatura, calefacción, frío…lo que supone deshidratación, aumento de la sensibilidad, tirantez y con ello un aumento visible del proceso de envejecimiento.

¿Qué debes hacer para cuidar tu piel en invierno?

El inviernos nos obliga a cuidar nuestra piel igual o más que en verano, por ello es fundamental:

1º combatir la sequedad que el frío provoca en nuestra piel. Para ellos debemos usar una buena crema hidratante rica en antioxidantes y completar la hidratación con cualquier potenciador dermocosmético rico en ácido hialurónico

2º añade complementos nutricionales ricos en vitaminas, antioxidantes y colágeno para ayudar a tu piel a combatir a nivel celular los efectos nocivos del frío

3º no olvides seguir usando tu protector solar. En invierno los rayos del sol siguen dañando nuestra piel y afectando negativamente al proceso de envejecimiento. Usa cosméticos con un índice de protección igual o superior al PSF30

4º evita las substancias nocivas para tu piel como el tabaco, el alcohol o los alimentos procesados

5º sigue un estilo de vida saludable con una dieta rica en vitaminas, antioxidantes y abundante agua. Tu piel te lo agradecera.

Recuerda que el invierno es la mejor época para realizarse cualquier tratamiento regenerante como por ejemplo un buen peeling, cualquier tratamiento despigmentante para elimar las manchas o cualquier tratamiento láser para los primeros sígnos del envejecimiento.

¿Qué implica la alopecia gestacional?

Muchas futuras mamis y mamis recientes nos preguntáis muchas cosas acerca de los síntomas del embarazo y qué os puede pasar. Uno de los síntomas que más preocupadas os tiene a muchas es la alopecia gestacional –efluvio telógeno- que afecta tanto durante como después del embarazo.

Lo más normal es notar sus síntomas a partir del primer trimestre y aunque no os pasa a todas, sí que es cierto que puede ser bastante común. Por eso, queremos que conozcáis el tema un poco más en profundidad.

Explicación básica de la alopecia en las mujeres

Alopecia es una caída de cabello de duración variable y que puede ser provocada por diferentes causas.  Es necesario acudir a dermatólogo para poder hacer el diagnostico correcto que implica diferente pronostico y  manejo de cada tipo de caída de cabello. Este problema es muy común pero no solo en mujeres, sino en la población en general. Aunque no lo es en todos los casos, es cierto que la alopecia tiene una base genética y por ello, sí que se puede considerar como hereditaria. Sin embargo, como ya hemos dicho, no todo lo que implique caída del cabello es hereditario.

A pesar de que no se puede valorar sin un diagnóstico preciso y que depende mucho de la persona, la alopecia tiene tratamiento y, por supuesto, existen diversos tipos para ello. Como supondréis, cada tratamiento está destinado a un problema de caída de cabello en concreto. Por lo general, la alopecia o cualquier tipo de caída de cabello es reversible, aunque sí que existen algunos trastornos que no lo son. Sin embargo, cuanto antes se diagnostique y se trate el problema, sí se podrá comenzar por el frenado del proceso y la recuperación completa o parcial del cabello.

Causas de la alopecia durante el embarazo

La caída de cabello en el embarazo se debe a un trastorno previo no diagnosticado o agravado por la suspensión del tratamiento durante el embarazo.  Sin embargo, habitualmente durante este periodo se prolonga la fase de crecimiento de cabello que implica mejoría de caída de cabello. Esto se debe a que la mujer experimenta un aumento de hormonas –estrógenos- que hacen que el cabello esté mucho más fuerte y sano.

A pesar de que muchos medicamentos están contraindicados durante embarazo y lactancia, existen algunos que se pueden usar sin ningún perjuicio para la madre y el bebé. De este modo, los problemas de alopecia durante el embarazo puede atenuarse para su posterior tratamiento. Sin embargo, es importante saber que la alopecia, durante este tiempo suele frenarse por sí sola.

La alopecia post-parto

A pesar de que la alopecia durante el embarazo es poco frecuente, lo cierto es que durante el postparto –sobre todo el primer trimestre después de haber dado a luz- la alopecia es bastante común en muchas mujeres. Esto, por supuesto, puede desarrollarse se tengan o no problemas previos al embarazo. Esta caída masiva del cabello se debe a que los folículos pilosos –lo que mantiene el pelo sujeto al cuero cabelludo- entran de manera generalizada y simultánea en la fase de caída debido al fuerte descenso de hormonas que sufre en la madre. Así como durante el embarazo se fortalecen, tras el parto se debilitan lo que puede provocar alopecia, o calvas en ciertas zonas.

Este tipo de alopecia postparto tiene un buen pronóstico y, por lo general, se suele detectar con facilidad ya que las recientes madres se suelen sorprender por esta caída tan masiva de cabello. La alopecia postparto es completamente reversible y, con el tratamiento adecuado, se puede solucionar en unos pocos meses.

Por supuesto, este tipo de tratamientos no influyen para nada en la leche materna lo que facilita mucho las cosas a las madres que quieren seguir dando el pecho pero volver a estar perfectas.

Recuerda que el tratamiento de la alopecia no es un tema que se deba tomar a la ligera. Es importante que, si te encuentras en esta situación, consultes con un profesional para que te diagnostique y te recomiende el mejor tratamiento según tu problema y tu situación.

Cómo eliminar las manchas de la piel tras la exposición solar

Tras el verano, debido a la exposición solar, es muy normal que muchas mujeres vuelvan con algunas manchas en la piel. Ellas son mucho más propensas a este tipo de problemas que los hombres pues, en su mayoría, la causa suele estar relacionada con las hormonas.

Debido a este, muchas mujeres buscan cómo recuperar la piel eliminando la piel dañada y manchada tras el verano. Por eso, aquí os dejamos algunos tratamientos que pueden ayudaros a eliminar este problema.

Los tipos de manchas de la piel más comunes

A pesar de lo que se cree, no solo hay un tipo de manchas tras la exposición solar. Muchas veces, estas manchas dependen mucho de cómo hayamos actuado frente al sol y si hemos estado expuestas en momentos clave de nuestro ciclo hormonal.

Los letingos solares

Son manchas de la piel de color marrón, generalmente de pequeño tamaño y de naturaleza benigna, que aparecen en zonas de piel expuestas a la luz del sol y que surgen como consecuencia de la acumulación de radiación ultravioleta a lo largo de la vida. Constituyen una manifestación que se asocia al envejecimiento de la piel.

Los melasmas

El melasma es un tipo de pigmentación de color marrón oscuro, que se
manifiesta como manchas de la piel de gran tamaño que se localizan en la cara, en
especial en la frente, mejillas y labio. Aparece casi de forma exclusiva en mujeres y con mayor frecuencia en aquellas que toman anticonceptivos o que han estado embarazadas recientemente. Se trata de un tipo de pigmentación que no tiene riesgo de malignizar.

3 tratamientos para eliminar las manchas de la piel tras la exposición solar

El láser

El láser destruye de forma selectiva el pigmento que se quiere eliminar, sin dañar el tejido circundante. Por tanto, se trata de una técnica muy poco agresiva que minimiza
al máximo el riesgo de que queden cicatrices como consecuencia del tratamiento para eliminar las manchas en la piel. Su indicación fundamental sería para tratar aquellas manchas que aparecen como consecuencia del envejecimiento de la piel debido a la acumulación de radiación ultravioleta, en especial en la cara, escote y dorso de las manos.
Las manchas tratadas con láser suelen desaparecer en un período inferior a 2 semanas. Generalmente se aprecia un oscurecimieto de las mismas los días posteriores al tratamiento y menos frecuentemente también se pueden generar pequeñas costras que curan en muy pocos días. Su limitación fundamental la constituyen las manchas muy claras, en las que el escaso pigmento provoca que sea más complicado eliminarlas ya que la diana sobre la actúa el láser es menor. Como sucede con cualquier opción terapéutica que se emplea para eliminar manchas, el láser no modifica el efecto que ejerce la acumulación de sol en la piel tratada, por lo que pueden aparecer nuevas manchas al cabo de unos años aunque se pueden volver a tratar.

El peeling

Los peeling son compuestos químicos, generalmente ácidos, que se aplican sobre la superficie de la piel, generalmente en zonas amplias, produciendo una irritación que elimina la parte superficial de la misma. En los días posteriores, las capas de piel eliminadas son reemplazadas por otras nuevas de mejores cualidades cosméticas. En función del producto empleado producen una quemadura superficial (para tratar manchas, exceso de grasa, lesiones de acné, manchas…) o más profunda (para tratar arrugas o cicatrices de acné). Se trata un tratamiento habitualmente más agresivo que los láseres que no elimina de forma selectiva las manchas, ya que produce la exfoliación de toda la superficie de la piel sobre la que se han aplicado.

La crioterapia

La crioterapia es una técnica que consiste en la aplicación mediante un vaporizador de
nitrógeno líquido, que se encuentra a -196 ºC, que provoca una quemadura por congelación de la zona de piel donde se encuentran las manchas en la piel. Es una técnica rápida, que se realiza en pocos segundos. A diferencia de los tratamientos con láser, no provoca una eliminación selectiva del tejido que se quiere eliminar, ya que genera cierto daño en la piel colindante, con  riesgo de que queden con posterioridad alteraciones en la pigmentación o pequeñas cicatrices residuales como consecuencia de la quemadura generada.

Recuerda que en cualquier caso, no puedes decidir el mejor tratamiento para eliminar las manchas de la piel tú sola. Lo mejor es que acudas a un especialista, el cual te indicará qué tipo de manchas tienes y cuál es el mejor tratamiento según tu tipo de piel.

Algunos cuidados de la piel en verano que tienes que saber

Seguro que no os vamos a sorprender, pero el verano es una de las peores épocas para nuestra piel. Es en estos meses cuando más se resiente y más delicada está. Debido al calor, nuestra epidermis se deshidrata mucho más rápido, la sudoración aumenta nuestra humedad corporal y, por eso, somos mucho más sensibles a posibles dermatitis o infecciones.

El sol, además, nos ayuda mucho, pero es un arma de doble filo. Aunque nos aporta vitaminas y ayuda a que nuestro organismo esté mucho más sano –y por supuesto, nos da un color más saludable-, el sol es uno de los mayores riesgos para nuestra piel si no la cuidamos como se merece.

Los cuatro cuidados de la piel en verano imprescindibles.

Piel limpia e hidratada

Debemos asegurarnos de no alterar el ácido de la piel, eso es lo primero que tenemos que tener claro en los cuidados de la piel en verano. Para ello, deberemos usar productos suaves, con un PH neutro, sin perfumes intensos pero que, siempre, nos ayuden a eliminar grasa y suciedad cumulada.

Por otro lado, tras las duchas, es muy importante hidratarse bien y ayudar a la piel a que no se reseque en exceso. Para ello las cremas con aloe vera o aceites hidratantes son lo mejor.

Exposición al sol, al salitre y al cloro

En verano, vamos a disfrutar mucho de playas y/o piscinas, por lo que es muy importante que cuidemos nuestra piel. En cuestión de la exposición al sol, es muy importante que usemos protectores solares que se adapten a nuestro fototipo y, en las horas de mayor exposición, es mejor usar uno igual o superior a 30 SPF.

Por supuesto, para que nuestra piel no se resienta y se reseque, es importante ducharnos después de estar en el mar o en la piscina. Así, retiraremos el salitre y/o el cloro que se ha quedado impregnado en nuestra piel.

Buena alimentación

Lo más indicado para que los cuidados de la piel en verano sean los mejores, es bajar la ingesta de carnes y favorecer la de frutas y verduras. De este modo, conseguiremos darle a nuestra piel un extra de hidratación así como un aporte mayor en antioxidantes y vitaminas A, C y E. Esta vitaminas, sobre todo la E, ayudan a nuestro cuerpo a prevenir la degeneración celular y ayuda, en el caso de acné, cicatrices y dermatitis leves, a que nuestra piel se renueve con más facilidad.

Ropa cómoda y transpirable

Debido al calor y la sudoración, la ropa se puede convertir en nuestro mayor enemigo, por lo que hay que ir con mucho cuidado con cual nos ponemos, sobre todo si hablamos de nuestras zonas íntimas. Lo mejor es evitar usar materiales que favorezcan la aparición de hongos o causen heridas y alergias en la piel. Debemos evitar crear ambientes húmedos entre nuestra ropa y la piel para que esta no se reseque y sea menos susceptible a las rozaduras.

Recordad que, en cualquier momento en el que veáis que hay algo anormal, que pica, escuece o se hace más grande, lo más importante es acudir a vuestro médico. De esta forma, podréis ponerle solución a tiempo y que esto no os afecte ni a vuestras vacaciones ni al resto de vuestra piel.

Los problemas de la piel más comunes durante el embarazo

Es muy probable que, además de los cambios físicos más obvios de este momento de tu vida, te hayas notado alguno que otro en la piel. Para muchas mujeres, estos son los peores ya que para ellas son mucho más visibles que cualquier otro.

La gran mayoría de estos problemas de la piel en el embarazo se deben a los cambios hormonales y, por lo tanto, están sujetos a los cambios que sufre el cuerpo durante los nueve meses. Obviamente, el cuerpo debe hacer mucho acomodamiento para poder gestar al bebé, por eso, tu cuerpo cambia según pasan las semanas.

Los 4 problemas de la piel más comunes

Varices

Seguramente muchas os hayáis llevado las manos a la cabeza cuando os visteis la primera variz mientras estabais –o estáis- embarazadas. La verdad es que las varices es lo que más temen las mujeres. Si bien es cierto que todas tenemos una predisposición genética, por lo general, las varices embrionarias desaparecen después del parto. Están localizadas en las piernas y, de forma general, se debe a la mala circulación que tienen las mujeres y más en las épocas de calor. Por supuesto, existen formas para evitarlas o para hacerlas desaparecer si, después del parto, persisten.

Dermatitis

Por lo general, la dermatitis que suelen sufrir las embarazadas es muy leve y suele ser más bien una ligera picazón debido a la piel seca. Durante las épocas primaverales y veraniegas, es muy normal que la piel se seque y, si además le añadimos que tu piel se tiene que estirar, es normal que esté mucho más seca. Para evitar estar rojeces y esta picazón, lo mejor es que te hidrates mucho y muy bien. Además, tienes que beber mucho agua para hidratar desde dentro la piel, lo cual es esencial para ayudarla en su estiramiento.

Acné

Sí, muchas mamás se sienten muy adolescentes durante su embarazo. lo cierto es que el acné embrionario es bastante común. No hay de qué preocuparse ya que se debe por el cambio hormonal que sufre nuestro cuerpo durante el embarazo. el aumento de progesterona y estrógenos es tan fuerte que es imposible que nuestra piel no almacene más sebo que de normal. Lo mejor para evitar estos molestos granitos es contar con unas buenas cremas de higiene facial.

Manchas en la piel

Aunque son de lo más incómodas, las manchas en la piel oscuras son muy comunes durante el embarazo. Esto se debe, por supuesto, al cambio hormonal que sufre tu cuerpo. El cloasma gestacional es muy común pero no es un problema de la piel permanente. Por lo general se da en zonas concretas como la barriga, la cara o el cuello. No hay de qué preocuparse ya que se pueden evitar perfectamente.