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¿Puedo practicar sexo en el embarazo?
El embarazo es una etapa muy especial en la vida de pareja y supone una época de cambios para la mujer y también para el hombre. A lo largo de todo el proceso del embarazo, es bastante normal que tu libido fluctúe debido a todos los cambios hormonales que vas a tener, ¡no hay que alarmarse! La clave para que el embarazo no afecta a tu vida sexual es que tanto tú como tu pareja, os adaptéis a cada etapa del embarazo. Por supuesto, en cualquier relación -y más durante el proceso del embarazo-, es muy importante que tengáis una comunicación fluida y sincera respecto a lo que sentís, lo que queréis hacer y cómo creéis que se puede solucionar. El embarazo NO condiciona a tu relación de pareja -o no debería-, ¡y tampoco a tus relaciones sexuales! De hecho, a pesar de la creencia popular, el sexo durante el embarazo está más que aconsejado ya que ayuda a mantener los lazos de unión en la pareja sólidos.
Sexo en el embarazo durante el primer trimestre
Durante el primer trimestre de embarazo es normal la pérdida de deseo sexual. El temor a sufrir un aborto influye de manera muy significativa a nivel emocional tanto en la futura madre como en el padre. Pero sobretodo, son los cambios hormonales los verdaderos responsables del agotamiento, las náuseas o molestias pélvicas. Así que, aunque creas que es porque le vas a “hacer daño al bebé”, ¡no te agobies! Esto no tiene por qué pasar y, de hecho, no pasa ya que el cuello del útero, durante el embarazo, se cierra al completo, impidiendo que el pene pueda dañar al feto.
Por otra parte, si tu pareja tiene estos mismos miedos, compártelos con él. Eso os hará sentiros más tranquilos y seguros en todo este proceso. Lo que más comúnmente le inquieta es dañar al feto con la penetración. Además cambia la visión que tiene de su compañera, la ve más vulnerable, volcada en su cuerpo y en el bebé, en cierto modo, él también puede sentirse excluido porque no participa de esa unión tan especial.
Sexo en el embarazo durante el segundo trimestre
En el segundo trimestre de embarazo se produce un cambio sustancial. La mayoría de mujeres se sienten más afectuosas y receptivas. Si el embarazo sigue un curso normal ha disminuido el grado de preocupación y además disminuyen las molestias físicas y todavía hay cierto grado de agilidad. Fisiológicamente el segundo trimestre reúne condiciones óptimas para tener relaciones sumamente placenteras pues la zona genital presenta más vascularización, existe mayor lubricación y los pechos tienen mucha sensibilidad. Al final del embarazo nuevamente vuelve a invadir ese desinterés por el sexo ya sea por pesadez física o por la inminencia del momento del parto.
Siempre y cuando las relaciones sexuales sean deseadas y satisfactorias, la actividad sexual hará sentir a la pareja bien, tanto física como emocionalmente. Incluso para el bebé resultará beneficioso, pues le llega por el torrente sanguíneo una descarga importante de endorfinas que se producen con el orgasmo. Por otra parte, la penetración contribuye a mantener la elasticidad y flexibilidad de la musculatura del suelo pélvico, que ha de estar tonificada para el momento del parto.
A pesar de lo que comúnmente se ha pensado, tener sexo no es perjudicial, el bebé está perfectamente protegido por la bolsa amniótica, el líquido, el músculo uterino y el tapón mucoso que sella el cérvix.
¿El orgasmo es capaz de producir contracciones en la embazaraza?
Efectivamente el orgasmo es capaz de producir contracciones, ello es porque se libera oxitocina en muy pequeñas cantidades, pero no hay que preocuparse pues esas contracciones son muy suaves y no son capaces de provocar el parto prematuramente. En cambio cuando el parto se retrasa, este es uno de los trucos para ayudar a iniciarlo pues el semen contiene prostaglandinas que es una sustancia que contribuye a madurar el cuello del útero.
Cuando no se aconsejan las relaciones sexuales en el embazazo
En algunos casos se desaconsejan las relaciones sexuales como por ejemplo cuando existe una amenaza de aborto, de parto prematuro, placenta previa, infecciones vaginales, incompetencia cervical, etc…
Muchas parejas no se atreven a comunicar con claridad lo que sienten, sus apetencias, sus inseguridades. Una vida sexual sana y satisfactoria para la pareja es el mejor bálsamo para el día a día. El sexo es mucho más que la penetración y hay muchas maneras de practicarlo, besos, caricias, masajes… A medida que va aumentando el volumen del abdomen, algunas posturas resultarán incómodas, es la excusa perfecta para experimentar en pareja. Hablando se puede encontrar la manera de explorar y alcanzar la satisfacción no sólo sexual, sino afectiva.