Beneficios de dejar que los niños se ensucien
Aunque muchos papás y mamás dejamos que nuestros hijos experimenten lo máximo posible, cuando se ponen a jugar con cosas de la calle siempre recurrimos a las mismas frases: “No se cogen cosas del suelo”, “Eso no se toca”, “Deja eso donde estaba”, “No te manches”… intentamos que nuestros hijos estén lo más limpitos posibles y vemos gérmenes y peligro allá donde posan sus manos y nosotros no sabemos qué es o cuánta suciedad puede tener.
Lo cierto es que, un poco de suciedad, de mancharse y de jugar con cosas que nosotros no tocaríamos ni con un palo, tienen muchos más beneficios de los que creemos. Dejar que tu hijo se manche, juegue con el entorno y experimente hará que crezca más sano y más confiado de lo que crees. ¿No lo sabías? Pues nosotros te contamos ocho beneficios que tiene dejarlos jugar y mancharse sin que la palabra “No” esté siempre en nuestra boca.
Los ocho beneficios de dejar que los niños se ensucien que debes conocer
Mejora el sistema inmunitario del niño
Al igual que con el tema de llevarlos a la guardería y que estén en contacto con otros niños y gérmenes, dejándolos que se ensucien les es beneficioso ya que su sistema inmunitario está expuesto a la realidad y a los gérmenes que nos rodean a todos. Dejarlo que interactúe con ellos es más beneficioso que intentando que se mantenga en un ambiente muy limpio. ¿La razón? Pues porque cuando mantenemos el hogar –o el sitio donde estará el niño- excesivamente limpio –exagerando la limpieza y la desinfección de la zona-, estamos creando un ambiente estéril que no permite que su sistema inmune trabaje, con lo cual este se debilita y los niños son más propensos a padecer algunas enfermedades y alergias.
Esto es lo que afirma Jack Gilbert, coautor de “Ensuciarse es bueno” que es uno de los cientoficos que estudia los ecosistemas microbacterianos y cómo nos afectan a nivel físico tanto de niños como de adultos.
Mejora el desarrollo de su motricidad
Lo creas o no, dejar que los niños se ensucien es bueno para su motrocidad. ¿Por qué? Pues porque, por lo general, ensuciarse implica jugar fuera de casa y jugar fuera de casa implica correr, saltar, trepar por los árboles, explorar el mundo y sus texturas y colores, coger cosas con las manos… ¡Todo eso implica movimiento! Cuanto más se mueva, cuanto más juegue y más se “arriesgue” –con límites para su seguridad, por supuesto-, más se desarrollará su control motor de su cuerpo.
Claro que todas estas actividades vienen por lo general de ensuciarse, por lo que decirle que “No” es limitar su desarrollo físico, pero también emocional.
Fomenta la creatividad del infante
Aunque ahora mismo existen miles de juguetes y de dispositivos que nos ayudan a hacer que nuestros peques desarrollen su creatividad, ¡no hay nada como el mundo real! Experimentar, conocer el mundo, tocar las flores, caerse en el barro, saltar en los charcos… todo eso son experiencias que suman para tu hijo, pues le permiten conocer el mundo, interactuar con él y, por supuesto, relacionarse con él de una forma más sana. Esto implica que, cuando sea mayor, habrá desarrollado una sensibilidad más elevada a su entorno porque habrá podido experimentar con él sin limitaciones de “No te ensucies”.
Aprenderá a respetar y amar la naturaleza
Parte de reconocer su entorno es también aprender a respetarlo, conociendo que si, por ejemplo, destruye un campo de flores, está haciendo que las avispas no tengan comida. Al final, queremos que nuestros hijos tengan un mundo limpio y en el que poder seguir disfrutando como nosotros hemos hecho, ¿no? Alejarlos de la naturaleza no dejando que se relacionen con ella por si se ensucian, no hace más que limitarlos y ver la naturaleza como algo por lo que no se tienen que preocupar, algo que no les “suma”, sino como algo que “da igual”.
Por supuesto, experimentar con el entorno también le ayuda a desarrollar su imaginación y su receptividad, haciendo que conozca y reconozca olores, colores, texturas… la vida en general. Conocerla y reconocerla es la base principal para que aprenda a respetarla el día de mañana y él también pueda sumar a tener un planeta más limpio.
Aumenta su autoestima
El único trabajo de los niños es aprender y, ¿cómo van a aprender si no les dejamos jugar con el entorno? Las tabletas están bien, pero la diversión y la libertad del juego libre, es el pilar que sostiene muchas habilidades futuras –que de adulto le van a ser necesarias- como la imaginación, la perseverancia, el esfuerzo, la capacidad de resolución…
Dejarlos jugar y ensuciarse, ya sea en la playa, en el jardín, en el parque o en plena montaña, es una de las mejores experiencias para aprender y para promover uno de los beneficios de dejar que los niños se ensucien más importantes: ayudarlo a tener una buena autoestima.
Cuanto mayor libre se sienta, cuanta menos restricciones como padres les ponemos, antes deben empezar a ser resolutivos, a desenvolverse en el medio, a adaptarse a él. Esto, en la edad adulta, le ayudará a poder tener una mejor relación consigo mismo y, por supuesto, con su entorno.
Ensuciarse forma parte de la vida
Hacer que tu hijo no se ensucie, crea una sensación de utopía para él. La suciedad es real, forma parte de nuestro día a día. Por supuesto, es importante tener hábitos de higiene básicos para evitar enfermedades, pero también es importante que tu hijo sepa convivir con la suciedad. Esto le ayudará a aceptar la realidad, a no ver enemigos en cosas “mundanas” y, por supuesto, a desarrollarse como una persona íntegra, sin miedos infundados.
Aprende a no autolimitarse
Uno de los mayores beneficios de dejar que los niños se ensucien es que les estamos dando su propio espacio, les estamos dejando experimentar y vivir sus propias experiencias. El hecho de estar, constantemente, diciéndoles “No toques esto”, “No te ensucies”, “No”, “No”, “No”… Al final estamos limitando su experiencia y, no solo eso, ¡sino que no les estamos permitiendo ser lo que son! Al final, los niños son niños y si la palabra “No” es la que impera en nuestra boca, tu hijo puede que, en su edad madura, se pase los días limitándose porque tiene miedo a hacer las cosas mal, a no tener la aprobación de los demás.
Nuestro trabajo como padres es protegerlos pero, también, permitirles su espacio. Sobreprotegerlos no tiene ningún beneficio ni para nosotros –que siempre vamos a tener un nivel de estrés y de ansiedad elevados-, ni para ellos –que serán incapaces de hacer nada sin la aprobación de los demás-.
Ahora que ya sabes todos los beneficios de dejar que los niños se ensucien, ¿qué vas a hacer?