Cómo favorecer el parto vaginal durante el embarazo
Os damos las cuatro claves para saber cómo favorecer el parto vaginal en el embarazo
Os damos las cuatro claves para saber cómo favorecer el parto vaginal en el embarazo
El momento de dar a luz sin duda es mágico, es un momento de alegría pura en el que se forja una conexión madre e hijo muy intensa y enternecedora. Y si además la experiencia es un parto respetado, es un momento único que además presenta numerosos beneficios tanto para la mamá como para el bebé. ¡Te lo contamos!
El parto respetado básicamente se trata de un parto no intervenido, de manera que las matronas y el equipo de ginecólogos se adaptan a las necesidades y a la voluntad de la futura mamá durante el parto y dejan que siga un proceso natural. Es hacer a la madre protagonista y centro del proceso. El equipo médico tan sólo interviene en caso de riesgo, y por supuesto para ayudar a la mujer en todo el proceso manteniéndola en todo momento informada. Se trata de hacer que el parto sea una experiencia única.
Para que sea todo un éxito, es necesario que la mujer embarazada acuda a las visitas ginecológicas pertinentes para comprobar que todo está bien durante el embarazo y asegurar que el gran día no exista ningún riesgo. Es fundamental que conozca y tenga confianza en el equipo que la acompañará el día del nacimiento. No tiene por qué existir ningún problema médico si tu embarazo ha seguido controles obstétricos rutinarios por nuestros profesionales.
El objetivo del también conocido como parto humanizado, sobre todo reside en su capacidad para velar por los derechos tanto de la madre como del bebé.
Los partos humanizados se realizan en salas especialmente habilitadas para ello. Se trata de un cuarto que cuenta con una atención integral del parto, y se caracterizan por tener una luz tenue que favorece una ambiente cálido, una música relajante que puede haber elegido la madre, una bañera, un baño y otros elementos que invitan a crear un clima respetuoso.
Además, la mujer embarazada tiene total libertad para moverse por la sala, y por supuesto, siempre acompañada.
En Clínica Parc Central creemos que no hay nada más especial que un parto respetado, por ello te damos todas las facilidades para que puedas dar a luz de una forma respetada tanto para ti como para tu bebé. ¡Llámanos e infórmate!
Nervios, muchos nervios… ¡Y tanta felicidad! Es normal estar un poco asustada en los momentos previos al parto, pero las mujeres somos fuertes y estamos preparadas biológicamente para ello, ¡así que no tienes de qué preocuparte! Es un momento que no olvidarás jamás.
En el post de hoy os contamos cuáles son las señales que indican que el momento de coger en brazos a tu bebé por fin está muy cerca.
En los días próximos al parto el útero desciende, y esto es debido a que la cabeza del feto se encaja en la pelvis y desciende. Esto hace que exista más espacio en tu estómago, y lo notarás porque tu capacidad digestiva aumenta, si antes con una ración de comida mínima, te sentías como si te hubieses comido un toro, ahora toleras más cantidad de alimentos. Sientes además, menos fatiga porque la compresión sobre el diafragma es menor.
Empezarás a experimentar contracciones, de mayor duración y con barriga dura y presión sobre el pubis. Así como un dolor tipo menstrual constante. Percibes además, junto con esa sensación de barriga dura, ganas de hacer pipí.
En los últimos días previos al parto es cuando más va a pesar tu bebé… Por ello quizá tengas menos energía e incluso te cueste más conciliar el sueño. ¡Pero todo esfuerzo tiene su recompensa!
Cuando estés a punto de dar a luz, es muy probable que afloren los nervios y sientas mucha necesidad de tenerlo todo preparado. Tener lista su habitación y su ropa, limpiar la casa a fondo… Es una especie de estado de hiperactividad muy frecuente en madres primerizas. Y sí, es importante tenerlo todo listo, pero intenta tomarte las cosas con calma en la medida de lo posible…¡por ti y por el bebé que viene en camino!
Puedes experimentar dolores y calambres en pelvis y piernas, pues la presión que genera la cabeza del bebé y el útero es la causante. Puede ser un poco molesto… Pero no es nada de lo que alarmarse. Es muy típico sentir calambres en la vagina, como unas punzadas de tipo “eléctrico” muy características.
Lo más probable es que durante el embarazo el baño haya sido el cuarto más visitado de tu casa, pero en la recta final la frecuencia con la que vas a tener que orinar se va a ir intensificando, pues la vejiga casi no podrá distenderse debido a la presión de la cabecita del bebé. Además, percibirás que orinas menor cantidad.
Es también característico el “aligeramiento”, una fase con despeños diarreicos.
En los inicios del embarazo, las secreciones del cuello uterino producen una barrera que lo mantiene cerrado. Es posible que sea expulsado poco a poco en forma de flujo vaginal, y es un proceso que puede durar hasta días. Aunque mucha gente cree que perder el tapón mucoso es sinónimo de parto inminente, lo cierto es que no es así, sobre todo en madres primerizas, puede incluso preceder en una semana al parto.
El tapón mucoso es una secreción abundante y muy espesa que suele ir teñida de sangre marronácea debido a que se elimina a medida que el cuello del útero va dilatando.
Los días previos al parto puedes tener contracciones poco regulares… estas son las de ‘falsa alarma’. Las que te avisan de que por fin va a ser el momento del parto son cada vez más largas e intensas, suelen durar de 30 a 60 segundos y se acompañan de presión rectal.
Cuando se rompen aguas la secreción de líquido es de cantidad moderada-abundante. Esto significa que en las próximas 24-48 horas por fin conocerás a tu bebé.
En Clínica Parc Central no podemos estar más felices en poder acompañaros en todas las etapas de vuestro precioso embarazo… las ecografías, nuestros talleres para embarazadas, nuestro equipo de ginecólogas y matronas… Lo tenemos todo preparado para que vuestro embarazo marche sobre ruedas.
Ahora que ya sabéis todo lo que puede pasar cuando llegue el momento, ¡disfrutadlo! El amor de una madre puede con todo esto y mucho más.
Permitiendo que sea lo más similar posible a como es un parto, aunque no deje de ser una intervención.
Para empezar, se permite la entrada del padre ya que su apoyo es muy importante; se viste de forma apropiada para poder entrar en quirófano y se coloca en el cabezal de la cama acompañando en todo momento a la mujer mientras presencia el nacimiento. También llamada ‘cesárea en familia’, se caracteriza por ser un ‘parto lento’, ya que esto hace posible la autorreanimación fisiológica del niño con el objetivo de que el bebé se adapte al mundo exterior de una forma más progresiva. Además, se promueve el contacto piel con piel con la madre.
La humanización de la cesárea persigue el objetivo de hacer lo más agradable posible el nacimiento de vuestros bebés, haciendo de él un momento único en el que los padres se ven involucrados.
La humanización de la cesárea se centra totalmente en la mujer, de hecho, se procura que la intervención de los médicos sea mínima. Además, también se trata de intentar imitar el parto vaginal logrando el pinzamiento tardío del cordón umbilical, es decir, cuando dicho pinzamiento se realiza un minuto o más después del parto. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el pinzamiento tardío, siempre que sea posible, ya que de esa forma se mantiene el flujo sanguíneo entre la placenta y el recién nacido, lo que puede mejorar la dotación de hierro del niño incluso hasta los seis meses de vida.
La recuperación psicológica es un factor muy interesante a analizar. En el momento que a una futura mamá le recomiendan dar a luz a través de la cesárea, quizá su primer pensamiento es creer que se trata de una técnica ‘fría’ en comparación al parto vaginal. No obstante, con la humanización de la cesárea todo se vuelve más cercano ya que se trata de asemejarse lo más posible al parto vaginal. Se trata de potenciar el vínculo con el bebé y además la mujer no está sola ya que se permite la presencia del padre.
Y es que lo cierto es que ante una cesárea, algunas mujeres experimentan una compleja reacción psicológica, con sentimientos de pérdida, fracaso y dificultades notables en la adaptación posterior y en el vínculo con sus hijos, incluso sufren la llamada depresión post-cesárea. En este sentido, las técnicas de humanización pueden ser de gran ayuda psicológica.
Así es como trabajamos en Clínica Parc Central, porque creémos que el recibimiento de una nueva vida se merece un momento como el que otorga la humanización de la cesárea. Pudiéndolo hacer así, ¿por qué hacerlo de otro modo?
Saber qué llevar al hospital cuando estás de parto es algo esencial, sobre todo en el último trimestre del embarazo. Tener la maleta preparada, así como –si quieres- tu plan de parto, es esencial para no dejarse nada en el tintero.
Muchas mamás, con el Efecto nido, ya empiezan a prepara la maleta para el hospital con mucho tiempo de antelación, aunque con muchas dudas sobre qué es imprescindible y qué no.
Lo más importante que tienes que hacer es, primero, saber si vas a dar a luz en un hospital privado o en uno público y averiguar qué es lo que te ofrecen allí, para así aclarar qué es lo que tienes que llevarte tú.
Aún así, siempre hay dudas y, como buenas mujeres –y hombres-, empezamos a llenar la maleta con “por si acaso”. Para que preparar tu maleta para el hospital cuando estás de parto no se convierta en una locura, como siempre, nosotros te dejamos con algunas recomendaciones para que no se te escape ni una.
Aunque no lo creas, tú también vas a necesitar muchas cosas que llevar al hospital, no solo para tu bebé. A veces, nos centramos tanto en las necesidades de nuestro peque, que se nos olvidan hasta las propias. Así que, presta atención.
Por si tu ginecólogo o matrona no llegan cuando lo hagas tú al hospital, es muy importante que incluyas en tu maleta para el hospital toda la documentación importante del parto: el plan de parto y analíticas o informes médicos.
Basta decir que es importante que lleves contigo tu tarjeta sanitaria –la SIP-, tu tarjeta del seguro –si vas a un hospital privado- y tu DNI.
Dentro de tu maleta, no puede faltar tu ropa, obvio. Entre ellas, te recomendamos un pijama que sea camisón, ya que vas a ser una paciente y vas a tener que estar monitorizada constantemente, lo más práctico es un camisón con el que puedan revisarte el vientre antes de dar a luz y las heridas –tanto si son del parto natural como de cesárea- después del parto.
Una bata también es importante incluir para no pasar frío en el hospital o, por si quieres ir a dar un paseo por la planta mientras estimulas el parto.
Por otro lado, la ropa interior de mamá, como las braguitas altas y los sujetadores de lactancia –tanto si vas a dar pecho como si no-, son esenciales. Nuestra recomendación es que compre braguitas de algodón que luego puedas tirar, ya que probablemente estés bastante tiempo en el hospital y no puedas lavarlas. Es posible que se ensucien y luego, ¡eso es imposible de salvar!
Incluye, por supuesto, unas zapatillas de ir por casa. Hay partos que se alargan y puede que tengas que moverte de un lado a otro. Mejor hacerlo cómoda y sin que se te enfríen los pies.
En tu maleta para el hospital cuando estás de parto, no puede faltar tu kit completo de aseo: desde el cepillo de dientes, hasta tus cremas hidratantes. Nosotros te recomendamos que te lleves aquello con lo que te vayas a sentir más cómoda, casi como en casa. Las estancias –que se alargan- en los hospitales, no suelen ser cómodas, así que cuanto más te puedas hacer sentir como en casa, ¡mejor!
Por supuesto, también serán muy importantes las compresas postparto para evitar que te manches por posibles sangrados.
Quizás, elegir lo del bebé para meter en la maleta para el hospital cuando estás de parto sea lo más complicado. Como ya te hemos dicho, es importante que te asegures de qué es lo que te va a proporcionar tu centro médico para ti y para el bebé y, según eso, que vayamos confeccionando su maleta.
Aún así, hay básicos que no se nos deben olvidar.
Aunque en todos los hospitales nos proporcionan pañales para recién nacidos, puede que se te queden cortos porque tu estancia en el hospital se alargue. Llevar pañales adicionales puede salvarte de muchos quebraderos de cabeza, así que no los dejes en casa.
Es importante que lleves ropa de abrigo –aunque sea verano- para tu peque, ya que los recién nacidos, pierden calor muy rápido. Lleva contigo algún gorrito, calcetines y guantes para recién nacidos sobre todo para tu estancia en el hospital ya que, los aires acondicionados pueden no ser lo más recomendable para el peque.
Los pijamas para bebés también deben estar en la maleta del hospital para cuando estás de parto. Recuerda que lo mejor es que se abrochen por delante y sean de dos piezas, para facilitarte la tarea al cambiarlo y que no le haga herida en la espalda.
La ropa para salir del hospital también es importante tenerla controlada, sobre todo tener en cuenta añadir una manta para el bebé para cuando nos vayamos a casa y que no coja frío.
Aunque no lo creas, el kit de aseo del bebé es importante para estarte tranquila. Seguramente, en el Hospital te den muchas cosas, pero quizás te guste hacer que él también se sienta como en casa desde el principio. Por eso, mete en tu maleta, geles, cremas hidratantes y colonias que vayas a usar con frecuencia.
También es importante que metas toallitas húmedas y, por supuesto, una muselina para cuando ayudes al bebé a sacar los aires, que no te manche si vomita.
A muchos padres se les olvida poner, días antes del parto, el sillín para el bebé, por eso, nosotros queremos hacer hincapié en ello ya que luego todo es un poco más caótico y más estresante. Es mejor que, si tienes ya la sillita en casa, la coloques en el coche por si se te adelanta el parto y no lo has contemplado.
Como ves, lo que meter en la maleta del hospital para cuando estás de parto es muy fácil de tenerlo claro, pero es cierto que, muchas veces, por los nervios y el estrés, siempre se nos queda algo atrás. Así que, ahora, ¡ya no hay excusa!
Uno de los principales requisitos durante el embarazo es estar saludable y, por lo tanto, hacer un poco de ejercicio. Si bien es cierto que el Yoga, el Pilates y las clases de preparación al parto son muy efectivas para mantener el cuerpo activo, lo cierto es que cada embarazada es un mundo y muchas necesitan mucho más ejercicio para estar o sentirse en forma. Por eso, el Método MAMIfit es uno de los mejores métodos para ponerse en forma.
Con este método, las embarazadas están tuteladas por fisioterapeutas y especialistas del deporte, que han aprendido a trabajar con el método Hipopresivo así como con el Método MAMIfit. Este tipo de gimnasias, es perfecto para aquellas que aún están embarazadas, ya que se trabaja para poder evitar el cansancio, el engarrotamiento y molestias musculares; así como para después del parto, en el que poder entrenar para volver a recuperar la figura, ¡y siempre con tu peque cerca ya que podrás entrenar con él!
El Método MAMIfit incluye clases preparto totalmente fitness, que están diseñadas especialmente para que las embarazadas estén y se sientan en forma durante todo su embarazo. la idea es incrementar el balance muscular y cardiovascular durante los nueve meses de embarazo, para que esto suponga una ventaja en el momento de dar a luz. El trato hacia las madres es totalmente personal, ya que la entrenadora conocerá los casos y las peculiaridades de cada embarazada. De este modo, se comparten más vivencias y momentos divertidos con el resto de las embarazadas. El Método MAMIfit durante el embarazo, te ayudará a llevar mejor el embarazo y a recuperarte mucho más rápido tras el parto.
Por otro lado, el bebé también se beneficia de estos ejercicios fitness pues tiene un aumento de oxígeno y nutrientes, una mejor respiración y pulso. Esta subida de actividad, hará que tu bebé esté más alerta y más activo. Este Método, además –según un estudio de EE.UU-, practicado durante el primer trimestre del embarazo, reduce hasta un 40% las posibilidades de perder al bebé. Hay que tener en cuenta también que tu autoestima mejorará, así como tu seguridad en ti misma.
En estas clases del Método MAMIfit se combinan ejercicios de Yoga y de Fitness, haciendo que el cuerpo se recupere mejor y antes tras el parto, asegurándote una rápida consecución del objetivo: volver a tener tu figura de antes del embarazo. No importa si el parto es reciente o no, ya que con estas clases se mejora la musculatura, fortaleciendo la faja abdominal y recuperando el suelo pélvico, lo cual es motivo de preocupación de todas las madres. Durante esta etapa, se trabaja mucho la gimnasia hipopresiva lo cual ayuda mucho a mejorar tu estado físico.
Además, en estas clases, ¡los peques son bienvenidos! Ellos también pueden participar o quedarse jugando con los otros niños.
Recuerda que para empezar a practicar el Método MAMIfit tienes que consultar con tu ginecóloga la posibilidad, porque puede que esté desaconsejado por algún motivo.
La fuente, o más conocida como la bolsa amniótica, es lo que se rompe previo al parto. Seguro que muchas entendéis perfectamente a lo que nos estamos refiriendo. Sí, hablamos de romper aguas. La rotura de la bolsa amniótica es muy diferente para cada mujer. En muchas ocasiones, estas no se dan cuenta de que están rompiendo aguas.
Lo cierto es que, a pesar de las historias que se cuentan, no todas las mujeres empiezan a chorrear agua. Las sensaciones a la hora de romper aguas pueden ser muy diversas y todo depende de la madre y, por supuesto, de la forma en la que comience el parto. Aquí te dejamos algunas situaciones más comunes a la hora de romper aguas.
Es el más conocido, el mito más extendido que existe a la hora de romper aguas. Lo cierto es que, aunque es la forma más comentada de romper aguas, no siempre es la más común. Esto se debe a que las películas han favorecido mucho a la difusión de este mito. En este caso, la mujer siente como una ola de calor y de pronto, un chorro inesperado de agua que crea incluso un charco en el suelo.
Algunas mujeres en el momento de romper aguas, sienten como que de pronto se le destapara. Esto es el principio de la rotura de aguas, aunque esto no conlleva necesariamente que el líquido salga. Muchas mujeres lo describen como un globo de agua explotando. Muchas mujeres anuncian que este momento es de alivio.
Como ya hemos dicho, romper aguas no implica una salida tremenda de líquido amniótico, sino que puede ser un simple hilo de líquido. En muchos casos, la mujer siente como un pequeño hilo de agua caliente recorriéndole las piernas. A pesar de lo que se cree, esto es lo más común que suele suceder a la hora de romper aguas.
Algunas mujeres no pasan por el momento de romper aguas, sino que las contracciones comienzan enseguida, sin un aviso. Esto, aunque puede preocupar a muchas, es más normal de lo que parece. Esto pasa porque la mujer no expulsa ningún tipo de líquido pero la bolsa está rota. Otras veces, esto sucede porque la bolsa realmente no se rompe, en ese caso, cuando sientas que la dilatación ha comenzado, deberás acudir al hospital donde el ginecólogo o la matrona te romperán la bolsa amniótica.
Recuerda que debes controlar el color del líquido amniótico y el ritmo de las contracciones. Esto es lo que te hará saber si debes ir con urgencia al hospital o no. Aunque no lo sea, avisa a tu ginecólogo o matrona de inmediato.
El objetivo principal de la educación maternal, tal y como lo concebimos, es que las futuras mamás conozcan los aspectos más importantes del proceso del parto normal y del puerperio. De esta forma, se les instruye para que sean capaces de tomar las decisiones que afecten a su embarazo, parto y crianza de una forma consciente y de acuerdo a como ellas deseen, es decir sin que se dejen influenciar demasiado por el entorno. Cuando se dice de mamás hablamos de mamás y papás, ya que se recomienda encarecidamente que las parejas acudan también a las charlas, primero porque no se hacen distinciones de género en el tema de la crianza y segundo porque la persona que más debe apoyar a la mujer en este momento es su pareja y lo hará mejor si sabe qué está pasando.
En las charlas se abordan diferentes temas aunque todos igual de importantes para mamás y papás. La importancia de tratar estos temas reside, sobre todo, en el hecho de poder profundizar en los conocimientos de madres y padres tanto durante como después del embarazo. Para ello, nuestra matrona especialista, diseña una serie de charlas de educación materna para que los padres y las madres estén al tanto de todo lo que va a suceder durante los 9 meses de embarazo y después, por supuesto.
El tema estrella…. En este caso, se intenta transmitir a los padres cuál es el proceso fisiológico del parto, qué ocurre en el cuerpo en ese momento. Además, se enseña a los padres para que entiendan que el parto es un proceso normal, que requiere su tiempo y al que no hay que darle prisa. Por otra parte, es importante trabajar sus propias capacidades para que puedan superarlo, que de verdad crean que son capaces y que confíen en su cuerpo y en sus hijos y por supuesto en el equipo de ginecólogos y matronas, que van a respetar siempre sus deseos y van a poner su bienestar y el de su hijo siempre en primer lugar. En estas charlas de educación materna, se intenta hacer ver a la pareja lo que está por venir y cómo hacerle frente.
Como especialistas en ginecología y pediatría, somos grandes defensores de la lactancia materna. es lo más sano para el recién nacido y para la recuperación de la madre tras el parto. En esta clase se tratan las múltiples ventajas que posee la leche materna , las diferentes técnicas de amamantamiento, la importancia de la lactancia en la creación del vínculo madre-hijo y, sobre todo, se demuestra que el verdadero éxito de la lactancia materna es la voluntad de la madre para dar el pecho, de esa forma no habrán problemas -que los hay- que la aparten de su objetivo.
Esta es otra de las clases de educación materna más importantes así como la del Puerperio, con todos los cambios físicos y psíquicos que comporta. La idea principal es tratas la importancia de realizar ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico tras el parto y a lo largo de toda nuestra vida, ya que no fortalecer ese grupo muscular conlleva muchas limitaciones en la vida diaria femenina. Por otro lados, se trabajan las técnicas de respiración más utilizadas durante el parto y también realizo una clase de ejercicios basados en el pilates, ya que se intenta inculcar la importancia de realizar ejercicio físico durante el embarazo ya que conlleva múltiples beneficios tanto para llevar un embarazo saludable, como para poder disfrutar de un buen parto y, por supuesto, para una mejor y más rápida recuperación postparto.
Todos estas están siempre basadas en los últimos estudios y son, por supuesto, amenas. Con ellas se pretende hacer charlas de educación materna que sean participativas y colaborativas, en las que pacientes y especialistas compartan opiniones y puntos de vista. Lo principal es sentirse cómo y dejarse aconsejar y enseñar, pues viene una de las mejores experiencias de la vida, la cual hay que afrontar con talante y diversidad de conocimientos.
El embarazo es, según las mujeres, “una de las épocas más bonitas de su vida”. El hecho de saber que una vida crece en su interior, es algo que a muchas os tiene muy ilusionadas y ansiosas. Aunque es cierto que, aún siendo uno de los días más especiales de vuestra vida, el día del parto puede convertirse en una verdadera locura. Os lo contamos de primera mano.
Las dudas, las preguntas de si todo saldrá bien, las ganas de tener al bebé en tus brazos, el miedo a las molestias del parto y a la primera vez ,convierten este día en uno de los más estresantes para las embarazada.
Cuando un parto se realiza de forma natural, siempre hay momentos de molestia intensa aunque se use la epidural. La gran mayoría sentís molestias cuando dais a luz –son pocas las privilegiadas que no sienten nada- y uno de los mejores remedios para evitarlas es mantener una buena respiración durante el parto y, por supuesto, antes del mismo.
La respiración supone una base fundamental para toda embarazada, incluso si ya sabe que le van a hacer una cesárea. Las técnicas de respiración ayudan a distraer la mente ya que hay que concentrarse en las contracciones y a respirar de la forma adecuada mientras pasan. Por supuesto, la respiración durante el parto te ayudará a concentrarte, desestresarte y a sentiros menos incómodas a la hora de la verdad.
La respiración es la base de la relajación, así lo demuestran deportes como el yoga, el pilates, etc. Si respiras de la forma adecuada, lograrás alcanzar un estado de mayor bienestar.
Para conseguir que el parto sea menos doloroso y que la embarazada pueda conseguir momentos de calma y bienestar, es muy importante que se controle la respiración durante el parto con las siguientes tres técnicas que os planteamos para mejorar la respiración durante el parto.
Este tipo de respiraciones consiste en coger el aire por la nariz y soltarlo por la boca, pero tomando el aire desde el vientre en vez del pecho. Para saber si lo estáis haciendo bien, bastará con que coloquéis una mano sobre el vientre y la otra sobre el pecho para averiguar qué es lo que está respirando.
Este tipo de respiración durante el parto se realiza durante la primera parte del parto, cuando empiezan las contracciones. Este ejercicio ayuda a la oxigenación del bebé, evitando que le contagiéis vuestro propio estrés a causa de los nervios.
Durante la puesta en práctica de este tipo de respiración durante el parto, se deberá tomar aire por la nariz y expulsarlo por la boca en pequeñas ráfagas, como si realmente estuviésemos jadeando. Esto se hace de manera controlada, realizando las siguientes inspiraciones y expiraciones: nariz-boca-boca; nariz-nariz-boca-boca. Lo más recomendable para realizar este tipo de respiración es que estéis en una posición cómoda y con los ojos cerrados. Nosotros solemos recomendar hacerla sentada para evitar mareos y la hiperventilación.
Esta respiración durante el parto es la más aconsejable para controlar las ganas de empujar en la fase de la dilatación.
Para este tipo de respiración es muy importante que infléis bien el abdomen, como si fuese un globo, con pequeñas inspiraciones muy seguidas y aguantando el aire controlando los músculos abdominales –si las molestias os dejan, claro-. Tras esto, deberéis relajar los músculos, expirar de forma continúa y controlada mientras se empuja.
Muchos especialistas –sobre todo los defensores del parto natural- afirman que la respiración no debe controlarse ya que es un acto totalmente espontáneo y que la embarazada debe expresar lo que siente en cada momento. Sin embargo, son muchos más los que apoyan este tipo de respiración durante el parto para evitar el estrés fetal.
Para ello, lo mejor, durante los meses previos al parto, es que realicéis ejercicios de relajación que os ayuden a controlar la respiración. El Pilates para embarazadas es una muy buena solución ya que ayuda a mantenerse en forma, así como a relajarse.
Sin embargo, las clases de preparación al parto son la mejor decisión si queréis mejorar la respiración durante el parto. En estas clases se realizan diferentes ejercicios para preparar a la embarazada para el día del parto y, también, a su pareja. Mimetizar estos ejercicios de respiración y practicarlo de forma habitual durante el último trimestre del embarazo es lo que mejor os irá para poder controlar los nervios y la respiración durante el parto.
No os preocupéis en exceso por la respiración durante el parto. Muchas veces es muy complicado tenerla bajo control ya que las molestias pueden llegar a superaros. Si veis que no podéis hacerla, lo último que tenéis que hacer es agobiaros ya que eso puede provocar estrés fetal. Si las contracciones son demasiado intensas, respirad como os lo pida el cuerpo, pero intentando concentraros en la forma en la que respiráis. Ya veréis como las formas de respiración durante el parto que os hemos dicho van llegando solas.