Ha llegado el momento: tengo que dejar a mi hijo en la guardería
Todos tenemos en mente siendo padres o no, cuando comienzan las clases y en las noticias nos muestran a los niños llorando ante su primer día. Pero nunca nos han mostrado que pasa con los padres: ¿Lloran? ¿Lo pasan mal? o ¿Significa una liberación?
En este artículo, nos ocuparemos de esta parte olvidada, de lo que supone llevar a tu bebé a un sitio extraño, y más difícil aun cuando no supera el año y sin duda no está en edad de escolarización.
La guardería como alternativa
Tener a tu hijo es un momento mágico, un vínculo que no tendrás con ninguna persona más y te gustaría pasar todo el tiempo con él y no separarte, pero como mujer trabajadora ha llegado el momento de incorporarte a la vida profesional: un dilema, una crisis por las que pasan cientos de madres, pues cuando no se tienen cerca a los abuelos o familiares cercanos que se puedan hacer cargo de tu hijo, la guardería llega a ser lo más viable.
¿Viable? Nuestra parte racional dice que sí, que ya que no tienes a ningún familiar cercano que pueda hacerse cargo de tu bebé o que no puedes compaginarlo con el horario del trabajo de tu pareja la guardería es sin duda la solución, pero nuestra parte emocional piensa lo contrario que es muy pronto, que no seremos capaces de separarnos de nuestro bebé, que nadie les va a cuidar como nosotras porque todavía continúa siendo una persona indefensa.
Es especialmente complicado dejar a nuestro niño en la guardería cuando todavía no cumple el año, te encontrarás con sentimientos como la culpabilidad pensando que no es lo demasiado mayor para ir allí, y que sentirá que no está su mamá.
No olvides que los bebés no comprenden lo que quieres decir a nivel de lenguaje, pero sienten tu miedo, sienten tu inseguridad: comprenden tus emociones. Si realmente es la buena decisión, muestra confianza y tu bebé la tendrá, lo importante es que sientan tu cariño y apoyo sincero.
Los papás también se adaptan a la guardería
Ya has tomado la dura decisión de llevar a tu bebé a la guardería, pero quiero que sepas que tus lágrimas y preocupaciones son más que comprensibles y normales, todo forma parte de un período de adaptación: al principio tendrás mucho tiempo y no sabrás que hacer con él y sientes que te falta algo, pero poco a poco irás superándolo: es simplemente es integrar una ayuda más al cuidado de tu hijo.
Por otro lado, si tienes que llorar ¡llora! Todo lloro, tiene una razón y es que quieres a tu hijo y que lo vas a echar de menos, ¡no hay nada más tranquilizador que echar fuera toda la tensión! pero trata de llorar o manifestar tu pena siempre cuando no esté tu hijo para que no te note triste y puedas facilitar a su adaptación a la guardería.
También es bueno desahogarte con otros padres que han vivido lo mismo, que te cuenten cómo lo vivieron y que sintieron porque con ellos es cuando más te vas a sentir comprendida y podrás manifestar tranquilamente tus miedos y dudas.
Finalmente me gustaría que supieras que es importante que saques lo positivo de que tu hijo vaya a la guardería porque aunque sea tan pequeño, además del cariño de mamá y papá, nuestro bebé tendrá la oportunidad de interaccionar con otras personas diferentes de sus padres y no hay nada más óptimo para su desarrollo psicológico.
Recuerda que sí tienes alguna duda o cuestión, en Clínica Parc Central, estamos para ayudarte.