El sexo durante el embarazo
El sexo durante el embarazo en lugar de ser negativo es muy beneficioso. En ocasiones no podemos encontrar con miedos e incomodidades debido a todo lo que supone el embarazo y todos sus cambios, pero estos se pueden disolver entendiendo las relaciones sexuales en su amplitud.
No tenemos que confundir las relaciones sexuales con el coito. Las relaciones sexuales NO son solo penetración. Los besos, caricias, cosquillas, abrazos, sexo oral, estimulación manual o táctil son la base -o, al menos, deberían ser la base-, de nuestras relaciones sexuales. Durante el embarazo, la mujer está mucho más sensible y el tacto, así como el oído y el olfato, se desarrollan mucho más de lo que podemos llegar a creer. Sabiendo esto, solo hace falta saber lo que hay que estimular para poder tener sexo durante el embarazo.
A una mujer embarazada de 8 meses puede que le cueste una postura concreta o incluso sienta algunas molestias durante la penetración, pero seguro que no le molesta un abrazo, una sesión de besos apasionados o que la masturben como a ella le gusta. Existen muchas prácticas sexuales que permiten el sexo durante el embarazo, como por ejemplo la Knismolagnia, la cual es una práctica con la que se consigue el orgasmo a través de las cosquillas.
Los beneficios que conseguimos manteniendo la práctica de las relaciones sexuales durante el embarazo son múltiples: intimidad, pasión, sentir deseo sexual y sentirse deseada, relajación, pero sobre todo BIENESTAR. El sexo, en su amplitud, es una fuente de bienestar, que nos inunda y nos transforma, nos elimina miedos y malestares. Y precisamente, que la futura mamá sienta bienestar, es justo lo que necesita el bebé pues las emociones y sensaciones positivas se transforman en estimulación positiva y bienestar en él o la bebé. El hastasexo durante el embarazo ayuda a la mujer a liberar oxitocina, endorfinas y serotonina, por lo que la ansiedad y el estrés disminuyen considerablemente las 72 horas posteriores al sexo.