El verano ya ha entrado de lleno en nuestras vidas y el calor empieza a apretar. Para todos se pone complicado hacer vida normal sin sentir que estamos más cansados, con más apetito y mucha más sed. Pero, esto, para las embarazadas se hace más complicado ya que ellas, además de a esto, le tienen que hacer frente a otros enemigos. Sí, como lo lees, los enemigos de las embarazadas en verano son más numerosos que los del resto.
Obviamente, su condición física no es la misma a la de cualquier persona y, por eso, tener en cuenta a estos “enemigos” y cómo ponerles solución, es tan importante para que el verano no acabe con nosotros y, por supuesto, lo podamos disfrutar de una forma muy normal.
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Seis enemigos de las embarazadas en verano
Los antojos
Uno de los mayores enemigos de las embarazadas en verano son los antojos. Por lo general, las embarazadas sufren antojos durante todo su embarazo por lo que todos los ginecólogos alertan sobre la importancia de controlarlos ya que suelen ser comidas con un alto índice glucémico, llenas de grasas, azúcar, etc. Algunos ejemplos son pescado frito, helados, chocolate… ¿a alguna les suenan? Pues bien, controlarlos en verano es de suma importancia, ya no solo porque pueden producir diabetes gestacional y un aumento del peso de la madre demasiado elevado, sino que, además, al tener un gran contenido en azúcar, ayudan y aceleran la deshidratación del cuerpo.
¿Cómo solucionarlo?
Ayuda a tu cuerpo alimentándote de forma correcta y bebiendo mucho agua. Es importante tener un buen nivel de hidratación, por eso, beber como mínimo 2,5L de agua durante las épocas veraniegas es importante, pero más si vamos a comer de forma copiosa o a comer cosas con un alto índice glucémico.
Por supuesto, es importante aumentar nuestras cantidades de fruta y de verdura ya que, además de ser muy saludables y saciantes, nos ayudan a mantenernos más y mejor hidratados, sobre todo si la fruta y la verdura que tomamos es natural –es decir, que no esté en lata y/o en zumo- y cruda –por ejemplo, en ensaladas-.
El cloasma
Durante el embarazo, es muy común que la producción de melanina aumente ya que los estrógenos lo hacen de forma significativa durante estos nueve meses. La melanina, es la sustancia, la hormona encargada de pigmentar la piel, por lo que, en esta época del verano, donde la exposición solar y su incidencia en la piel son mayores, la aparición de pequeñas manchas es común. El cloasma es, en esencia, esas manchas que se te forman, sobre todo en zonas como los pómulos, la frente, la nariz, los labios, las manos y, quizás, en el vientre. Según la Academia Española de Dermatología, el 90% de las gestantes lo padecen y es una afección que, sobre todo, afecta a las mujeres con más propensión a broncearse ya que son las que más melanina producen.
¿Cómo solucionarlo?
Por supuesto, utilizar protector solar tiene que ser la base durante el verano para que puedas combatir a este enemigo tan molesto. Sin embargo, debes saber también que el cloasma va desapareciendo durante el postparto, cuando las hormonas vuelven a regularse. Como con cualquier mancha o cicatriz en la piel, el sol es el causante de que estas persistan más en nuestra piel, por eso, nuestro consejo es que siempre uses protección solar con un SPF alto -+50 a ser posible- y, además, para las zonas en las que más manchas detectes usar un protección sola infantil o con pantalla total ya que son los más efectivos.
La hinchazón
Uno de los enemigos de las embarazadas en verano por excelencia es la hinchazón de los pies, tobillos, piernas y manos que sufren casi todas ellas. Las extremidades, durante el verano, suelen inflamarse mucho en general, pero, en el caso de las embarazadas, ¡aún más! Sobre todo, los pies, los tobillos y las piernas son los que más lo hacen durante estos meses de calor agudo ya que son las extremidades que más sienten la presión del útero en el sistema nervioso. Por lo general, la hinchazón de las extremidades es típico a causa del aumento de la producción de progesterona, pero calor y la inmovilidad por la sensación de agotamiento, lo acrecienta todo.
¿Cómo solucionarlo?
Sea cual sea la época del año o el período de tu embarazo por el que estés pasando, lo mejor es que pongas las piernas en alto si las sientes hinchadas. Los masajes en sentido ascendente son una muy buena solución ya que ayudan a la circulación. Por supuesto, evitar estar mucho tiempo sentada y con las piernas cruzadas, es muy importante.
Los paseos y las duchas o baños de agua fría también te ayudarán a paliar los efectos y las molestias de la hinchazón. Por lo general, este es uno de los enemigos de las embarazadas en verano más típicos y que menos consecuencias tiene, sin embargo, si estos remedios no funcionan y notas que se generalizan a la cara y hay un aumento de peso muy brusco, consulta con tu ginecólogo pues podría tratarse de una preeclampsia.
Las varices
Este es uno de los efectos del verano más odiados por las embarazadas, aunque tampoco importa mucho la época en la que estemos gestando pues es bastante común sufrir de varices a lo largo del embarazo, sobre toso si tenemos una predisposición genética.
El caso es que la acción hormonal durante el embarazo y la presión del útero hace que el sistema circulatorio se convierta en uno de los enemigos de las embarazadas en verano ya que el retorno venoso durante el embarazo es limitado, pero las altas temperaturas lo ponen aún más complicado.
¿Cómo solucionarlo?
Al igual que con la hinchazón, lo mejor para prevenir y evitar las varices es hacer todo aquello que active la circulación: caminar, duchas de agua fría, masajes y, también, las medias de compresión pueden ayudar si las las padeces o si quieres evitarlas a toda costa.
El insomnio
El último trimestre es el más difícil para muchas embarazadas, pero sobre todo si coincide en estas fechas veraniegas. El insomnio aumenta y, el calor, junto con la incomodidad de la barriga, la hinchazón de las piernas, las ganas de hacer pipí constantes y la posible ansiedad, es muy normal que lo de conciliar el sueño te esté costando más de lo que creías.
¿Cómo solucionarlo?
Lo mejor para combatir a uno de los enemigos de las embarazadas en verano tan incontrolables, es generar una buena rutina de sueño. Intentar acostarte y cenar a la misma hora te ayudará a poder conciliar el sueño con más facilidad. Evita las comidas copiosas y cena más fruta y verdura al natural. Y, por supuesto, controlar la temperatura de la habitación -22º es lo ideal-.
Pérdida de apetito
Otro de los grandes enemigos de las embarazadas en verano es la pérdida de apetito que tienen algunas mujeres. El calor, las molestias y la ansiedad pueden afectarnos más que al resto, por eso, tienes que intentar combatirla ya que, una mala nutrición para la madre, es una mala nutrición para el bebé.
¿Cómo Solucionarlo?
Para ponerle remedio a esto, nuestro mejor consejo es que aumentes el número de comidas que haces al fía pero que reduzcas la cantidad que ingieres. Toma platos más frescos y en líquidos para aumentar tu ingesta de verduras. El gazpacho, la ensalada y la vichyssoise serán tus mejores aliados contra la pérdida de apetito. Recuerda que los platos tienen que ser ligeros pero ricos en vitaminas, minerales y fibras para que no te falten nutrientes.
Como ves, aunque los enemigos de las embarazadas en verano pueden ser muy pesados, las soluciones son muy sencillas y, con un poco de sentido común y mucho cariño y amor hacia ti misma, el verano no se te hará tan complicado como lo imaginas.