Semana 24-25
En esta semana, tu bebé ya mide 30 centímetros y pesa casi 700gr. Su silueta cada vez es más redondeada, aunque todavía tiene suficiente espacio como para moverse en la matriz. Su piel, que sigue arrugada, empieza a estirarse y a tener cada vez más grasita por lo que en las siguientes ecos lo verás menos traslucido. Es muy normal que notes con mucha más claridad sus movimientos, ¡ten en cuenta que está rodeado por el líquido amniótico! Esto hará que sus estiramientos sean más necesarios pero más difíciles. Su oído interno ya está casi desarrollado y con ello, tu bebé ya empieza a controlar el equilibrio. Lo mejor de esta semana es que sus sentidos –los 5- ya casi están desarrollados por completo, por lo que tu bebé empieza a ser capaz de distinguir sonidos que ya había escuchado antes y a tener un tacto mucho más concreto gracias a las huellas dactilares que están a punto de formarse de forma definitiva. Los pulmones ya están casi maduros, por lo que si tu pequeño nace prematuro, es muy probable que sobreviva aunque sea en la UCI.
Durante la semana 25, tu pequeño sigue engordando a un ritmo frenético y creciendo al mismo ritmo. Lo más impresionante es que los dientes del bebé ya se están colocando bajo la encía. La osificación es mucho más sensible ahora mismo y la columna vertebral empieza a coger forma. Los vasos sanguíneos de tu pequeño se hacen mucho más fuertes y son mucho más resistentes. Estos se empieza a situar por todo el cuerpo, dándole prioridad a los órganos vitales como el intestino, el colon, los pulmones, el corazón y el hígado. Su piel, que antes era bastante traslúcida, ahora empieza a tener un color rosado y su aspecto arrugado va mejorando. Tu bebé se pasará el día cambiando de postura pues lo necesita y tiene espacio para hacerlo todavía. Lo notarás mucho más que antes.