Nervios, muchos nervios… ¡Y tanta felicidad! Es normal estar un poco asustada en los momentos previos al parto, pero las mujeres somos fuertes y estamos preparadas biológicamente para ello, ¡así que no tienes de qué preocuparte! Es un momento que no olvidarás jamás.
En el post de hoy os contamos cuáles son las señales que indican que el momento de coger en brazos a tu bebé por fin está muy cerca.
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Mejora tu respiración y digestión
En los días próximos al parto el útero desciende, y esto es debido a que la cabeza del feto se encaja en la pelvis y desciende. Esto hace que exista más espacio en tu estómago, y lo notarás porque tu capacidad digestiva aumenta, si antes con una ración de comida mínima, te sentías como si te hubieses comido un toro, ahora toleras más cantidad de alimentos. Sientes además, menos fatiga porque la compresión sobre el diafragma es menor.
Tu tripa está más dura
Empezarás a experimentar contracciones, de mayor duración y con barriga dura y presión sobre el pubis. Así como un dolor tipo menstrual constante. Percibes además, junto con esa sensación de barriga dura, ganas de hacer pipí.
Te notarás más cansada
En los últimos días previos al parto es cuando más va a pesar tu bebé… Por ello quizá tengas menos energía e incluso te cueste más conciliar el sueño. ¡Pero todo esfuerzo tiene su recompensa!
Puede que padezcas el ‘síndrome del nido’
Cuando estés a punto de dar a luz, es muy probable que afloren los nervios y sientas mucha necesidad de tenerlo todo preparado. Tener lista su habitación y su ropa, limpiar la casa a fondo… Es una especie de estado de hiperactividad muy frecuente en madres primerizas. Y sí, es importante tenerlo todo listo, pero intenta tomarte las cosas con calma en la medida de lo posible…¡por ti y por el bebé que viene en camino!
Calambres
Puedes experimentar dolores y calambres en pelvis y piernas, pues la presión que genera la cabeza del bebé y el útero es la causante. Puede ser un poco molesto… Pero no es nada de lo que alarmarse. Es muy típico sentir calambres en la vagina, como unas punzadas de tipo “eléctrico” muy características.
Muchas ganas de ir al baño
Lo más probable es que durante el embarazo el baño haya sido el cuarto más visitado de tu casa, pero en la recta final la frecuencia con la que vas a tener que orinar se va a ir intensificando, pues la vejiga casi no podrá distenderse debido a la presión de la cabecita del bebé. Además, percibirás que orinas menor cantidad.
Es también característico el “aligeramiento”, una fase con despeños diarreicos.
Pérdida del tapón mucoso. ¿Parto inminente?
En los inicios del embarazo, las secreciones del cuello uterino producen una barrera que lo mantiene cerrado. Es posible que sea expulsado poco a poco en forma de flujo vaginal, y es un proceso que puede durar hasta días. Aunque mucha gente cree que perder el tapón mucoso es sinónimo de parto inminente, lo cierto es que no es así, sobre todo en madres primerizas, puede incluso preceder en una semana al parto.
El tapón mucoso es una secreción abundante y muy espesa que suele ir teñida de sangre marronácea debido a que se elimina a medida que el cuello del útero va dilatando.
Diferentes tipos de contracciones
Los días previos al parto puedes tener contracciones poco regulares… estas son las de ‘falsa alarma’. Las que te avisan de que por fin va a ser el momento del parto son cada vez más largas e intensas, suelen durar de 30 a 60 segundos y se acompañan de presión rectal.
Romper aguas
Cuando se rompen aguas la secreción de líquido es de cantidad moderada-abundante. Esto significa que en las próximas 24-48 horas por fin conocerás a tu bebé.
En Clínica Parc Central no podemos estar más felices en poder acompañaros en todas las etapas de vuestro precioso embarazo… las ecografías, nuestros talleres para embarazadas, nuestro equipo de ginecólogas y matronas… Lo tenemos todo preparado para que vuestro embarazo marche sobre ruedas.
Ahora que ya sabéis todo lo que puede pasar cuando llegue el momento, ¡disfrutadlo! El amor de una madre puede con todo esto y mucho más.