Los beneficios del deseo sexual durante el embarazo y el sexo
Durante el embarazo nos pueden asaltar dudas y miedos respecto a mantener relaciones sexuales o no. La mayoría de las mujeres mantienen estas relaciones hasta el último mes de embarazo, cuando sobre todo se encuentran con un problema de movilidad, más que de falta de deseo.
Las relaciones sexuales, amplias sin caer en la idea errónea de solo penetración, son una fuente de placer y bienestar que nos ayuda a vivir de manera saludable y a relacionarnos y mostrar intimidad con nuestra pareja.
Cómo actúa el deseo sexual durante el embarazo
En teoría, se suele aceptar que en el deseo sexual durante el embarazo, es decir, las ganas de acercamiento e intimidad sexual, en el primer trimestre de embarazo puede disminuir. Se suele considerar que, biológicamente, la energía está enfocada en el desarrollo fetal. Por el contrario, en el segundo trimestre el deseo sexual durante el embarazo puede aumentar. La causa podría basarse en que el cuerpo busca la seguridad emocional y relacional que las relaciones íntimas proporcionan. Incluso es posible que los orgasmos sean más intensos o más fáciles de obtener (así que probar y esperientar…) Llegado al tercer trimestre, como ya hemos señalado, el deseo puede disminuir, ya que fisiológicamente el coito es más difícil.
Pero todo esto, es en teoría, y sólo en teoría. La realidad es bien distinta. Cada mujer vive su deseo sexual durante el embarazo de manera distinta. No hay dos cuerpos iguales, no hay dos deseos iguales. Incluso el deseo sexual de una persona cambia muchas veces durante la vida. Lo que antes nos encendía ahora quizá es lo más aburrido que podamos pensar…
El cuerpo femenino y el deseo sexual durante el embarazo
Está constatado que el deseo sexual está influenciado por las hormonas, pero solo influenciado. También depende de nuestro humor, nuestra historia sexual, nuestro cansancio físico, miedos, actitudes, nuestras ideas preconcebidas de como tenemos que vivir la sexualidad. No podemos olvidar que el cuerpo del hombre es distinto al de la mujer, al igual que el deseo sexual. Y creer que podemos compararnos crea muchos malentendidos, y frustraciones de mujeres que escucho decir que no tienen nada de deseo en comparación con sus parejas… que resultan que siempre están dispuestos -al menos en teoría-.
Debemos plantarnos y reflexionar qué es el deseo, y qué se debería desear según la sociedad. Si desear, es buscar constantemente tener penetraciones rápidas y sin ningún tipo de estimulación anterior. Pues sí, deseamos poco.
Pero si entendemos el deseo sexual durante el embarazo y en la mujer, como una pulsión distinta, elaborada desde el cuerpo femenino, a nuestra manera, donde la excitación va de la mano del deseo. Pues quizá sí somos tan deseosas como los varones. No olvidemos que las relaciones sexuales son mucho más que la penetración.
Desde mi opinión como profesional de la Sexología, invito a cualquier mujer embaraza a que experimente, investigue y redescubra su cuerpo femenino. Los caminos son múltiples y las sensaciones inimaginables. Ya que lo que es bueno para la madre es bueno para el futuro bebé, dejar fluir vuestro deseo sexual durante el embarazo, ¡le vendrá bien a él también!