Todo lo que necesitas saber sobre el Virus del Papiloma Humano
Este es sin duda uno de los motivos de la consulta más frecuentes en la consulta de ginecología. A muchas de vosotras os preocupa y angustia ser portadoras, pues tenéis una amiga o conocida que ha presentado lesiones en el cuello del útero por papiloma. Espero que este post os ayude a resolver algunas dudas.
El virus del papiloma se ha convertido en la infección de trasmisión sexual más frecuente. Se estima que la mayoría de jóvenes sexualmente activos de entre 18-25 años, son portadores asintomáticos. Para que os hagáis una idea de la alta prevalencia, la tasa de detección en moco cervical de mujeres entre los 18-30 años es del 14%, en cambio, si estudiamos el tramo de edad entre 18-30 años, éste asciende al 30%.
¿Cómo infecta el virus del Papiloma?
La transmisión del virus del papiloma ocurre por contacto directo vía sexual, ya sea anal, oral o vaginal. Tanto la mujer como el hombre pueden ser portadores del virus y no haber presentado síntomas nunca. Además, el preservativo no previene tampoco de la infección ya que el virus no se transmite por fluidos sino por microtraumas o microlesiones en contacto con éste. El mecanismo de infección es bien sencillo, se introduce en el interior de las células colonizándolas. El virus del papiloma necesita tejidos especiales a los que infectar, tiene afinidad por tejidos con células en frecuente cambio y maduración como son el cérvix uterino, vagina y órganos sexuales en general. Tras introducirse en las células les realiza una copia de su material genético y después forma nuevos viriones maduros. Estos viriones tienen la capacidad de infectar otras células. De este modo lo que hace es ir transformando las células sanas, con el tiempo estos cambios celulares pueden derivar en lesiones precancerosas.
Una puntualización muy importante; tener presencia de virus de papiloma en moco cervical no significa en términos estrictos estar infectada por él. Estar infectada significa que el virus se ha integrado en el epitelio del cérvix uterino (revestimiento de piel del cérvix uterino) y ha colonizado sus células. Estar infectado tampoco significa tener lesiones o cáncer puesto que la citología puede estar perfecta, que al fin y al cabo es lo fundamental.
¿Cómo estudiamos los ginecólogos la infección por el virus del papiloma humano?
Clasificamos los virus según su capacidad de transformar las células en cancerosas en números.
- Riesgo alto: 16,18 (los más importantes pues pueden derivar en cáncer de cérvix) 31,33, 35,39, 45, 51, 52, 56 y 58.
- Riesgo intermedio: 26, 53, 66, 68, 73, 82.
- Riesgo bajo: 6, 11, 40, 42, 53, 54 y 57. Son responsables de las verrugas genitales o condilomas. Suelen desaparecer con el tiempo. No producen lesiones graves en el cérvix uterino.
La infección por el virus tiende a la curación en el 90% de los casos, ya que el sistema inmunitario logra “aclarar” (eliminar) el virus del organismo. Sin embargo no olvides realizar tus revisiones ginecológicas rutinarias ya que son el primer paso para la prevención y promoción de la salud frente al virus del papiloma humano.