Ya ha llegado el invierno y con él la bronquiolitis
Todos los años, en cuanto empieza el invierno empezamos a diagnosticar una palabra temida, sobre todo para las mamás primerizas que todavía no la conocéis pero que si tenéis algún sobrino u otro niño ya os suena más: la temida BRONQUIOLITIS. Pero, ¿qué es la bronquiolitis? ¿Por qué dura tanto? ¿Por qué ahora todos los niños parecen tenerla? ¿Puedo hacer algo más?
¿Qué es la bronquiolitis?
La bronquiolitis es una infección aguda de causa viral que afecta a las vías aéreas inferiores y que tras un período catarral cursa fundamentalmente con obstrucción e inflamación de los bronquiolos terminales inferiores. Clínicamente se caracteriza por ser el primer episodio de taquipnea (más respiraciones) y disnea espiratoria (dificultad para la respiración o respiración sibilante) en los 24 primeros meses de vida o por la presencia de hipoxia (saturación < 95%) por pulsioximetría. Los síntomas con los que se asocia son congestión nasal, tos y fiebre en grado variable seguidos de dificultad respiratoria, aleteo nasal, tiraje y dificultad para la alimentación por vía oral. Solo el 1-2% de las bronquiolitis presentan suficiente gravedad como para requerir ingreso hospitalario.
La bronquiolitis es la infección viral asociada a sibilancias más frecuente en la infancia. Muchas veces decimos “el moco se ha bajado al pecho” o “una crisis asmática en pequeño”. Hablamos de bronquiolitis sólo en el PRIMER EPISODIO POR DEBAJO DE LOS 2 AÑOS.
Es cierto que hay niños que cada vez que tienen infecciones respiratorias, al final acaban en dificultad para respirar por eso, a esos niños se les llama HIPERREACTIVOS BRONQUIALES. En los últimos años sí se observan un aumento de este tipo de pacientes, no significa que en el futuro vayan a ser asmáticos, sobre todo si no tienen antecedentes familiares de asma y/o alergia, así que no os alarméis.
El virus respiratorio sincitial (VRS) causa aproximadamente el 60-70% de todas ellas, seguido por otros virus como el rinovirus, adenovirus y otros. El VRS es un virus parecido a la gripe que cursa en epidemias anuales que van desde noviembre hasta enero, de momento no se dispone de vacunas efectivas. Por eso, en esta época se disparan las bronquiolitis.
¿Cómo se cura la bronquiolitis?
La evolución es lenta y pesada, y no se dispone de medicación eficaz sobre todo en pacientes menores de 6 meses. Lo único que se ha demostrado eficaz es el oxígeno y en casos más graves se emplean nebulizaciones de adrenalina y/o suero hipertónico, sólo disponibles en centros hospitalarios. Los pacientes menores de 6 meses no disponen de receptores en el pulmón para que puedan actuar los b agonistas (el famoso ventolín o salbutamol) así que en muchas ocasiones sólo podemos realizar lavados y vigilar de forma estrecha al paciente visitándole en varios días.
Si se tienen antecedentes de asma y/o alergia o son pacientes de >6 meses sí se intenta administrar b agonistas pero la evolución es lenta. Cuando vuelve a ocurrir otro episodio similar, al administrar la medicación se mejora mucho antes.
Lo único que se ha podido demostrar hasta hoy es que el tabaco ambiental y los irritantes favorecen este tipo de cuadros, incluso aunque no se fume delante del niño. Así que paciencia, buenos alimentos, intentar extremar higiene y no fumar.
Si vuestro niño es pequeño, empieza con arranques de tos y no se le acaba de pasar hay que consultar porque quizás ha llegado a bronquiolitis, aunque al principio solo fuese un simple resfriado. Recordad que medicar a los niños con antibióticos sin que lo haya recomendado un médico o su pediatra no es la mejor decisión. Con cualquier duda, es mejor que consultes con un profesional para que resuelva, además de tus dudas, los problemas de tu peque.