COMO AGUANTAR LAS ÚLTIMAS SEMANAS DE EMBARAZO
Ya tienes el bolso del hospital preparado, lo has revisado una y mil veces, tienes montada la habitación del bebé y te pasas gran parte del día soñando con el momento en que al fin lo tendrás en brazos. Probablemente estás ya de 37 semanas de embarazo o incluso de más y a ese sentimiento de impaciencia por el nacimiento, se une que ya te encuentras muy pesada y agotada, y además ya no te quedán ecografías por realizarte lo que aún te pone más nerviosa
Las últimas visitas al ginecólogo son tremendamente importantes, además de para controlar el bienestar del bebé, para preguntarle todo lo que te inquiete. Es normal que durante el último trimestre de embarazo surjan fantasías y miedos sobre el parto, sobretodo en mujeres primerizas. Tendrás mayor sensación de control y tranquilidad si cuentas con la máxima información, de la mano del ginecólogo que te ha acompañado durante todo el embarazo.
Que semana es la ideal para el parto
A pesar de que un bebé a término se considera a las 37 semanas, no es cierto que cada día que pase intraútero a partir de esa fecha, no sea necesaria para él. Precisamente es a partir de esas semanas cuando más surfactante pulmonar libera, hecho que servirá para lograr una mejor madurez respiratoria para cuando nazca y tenga que adaptarse a un nuevo medio. Es también en estas últimas semanas de embarazo cuando más desarrollo neurológico alcanzará tu bebé.
Decía Consuelo Ruiz en su libro “Parir sin miedo” que uno de los mayores enemigos del parto es la impaciencia, y así lo creo. He visto partos torcerse por intentar poner fechas, porque al final han ganado la incomodidad, ese dolor de espalda o los planes de ida o venida de familiares o del propio ginecólogo.
Paciencia es lo que les digo a las mujeres a las que acompaño durante su recta final. Es complicado cuando tienes a todo el entorno familiar llamando cada día para preguntar cuando te pones de parto, pero a la vez es tan sencillo como esperar a que la vida se tome su tiempo, para que la naturaleza, caprichosa como es, decida la tan ansiada fecha en este calendario de nueve meses.
Al fin y al cabo el embarazo es como un caldero de pociones mágicas donde se mezcla un poquito de esto y de aquello para lograr la formulación exacta. Pues eso, cuando bebé y mamá estén preparados y se libere la justa medida de prostalandinas, surfactantes, relaxina para relajar la pelvis…cuando se acomode el bebé y se ajuste a los diámetros de la pelvis. Entonces ahí comenzará el desenlace de esta aventura maravillosa que ha sido tu embarazo. Llegarán las primeras contracciones más fuertecitas y caprichosas que irán y vendrán al final del día para preparar el cuello del útero, así un día y otro día…te parecerá que no llega nunca pero es cuestión de dejar que cada cosa ocurra en su momento porque el parto es un proceso que requiere su tiempo. A veces son 40 semanas, otras veces 41 pero lo que bien es cierto es que cada embarazo tiene su propio ritmo que hay que respetar.
Mi consejo es que aproveches estas últimas emanas para ultimar detalles, para escuchar a tu cuerpo y prepararte física y psicológicamente para la llegada de la persona que a partir de ahora tendrá un lugar central en tu existencia. Disfruta esos días sin miedos, sin agobios, porque lo mejor está por llegar.