Consejos para el parto
Me he animado a escribir estas líneas porque a veces el ritmo de la visita médica y el responder a cuestiones de las mamás me impiden hablar de otros aspectos psicológicos del parto. Pero creo que estas reflexiones que voy a hacer pueden resultar útiles y muy positivas porque van cargadas de optimismo.
Comenzaré hablando sobre qué es un parto desde el punto de vista fisiológico, que estrictamente se trata de la culminación del embarazo hasta la salida del bebé al exterior del útero. ¿Pero qué significa realmente el parto? El parto es el proceso vital más importante de la especie humana, es fuerza, es amor, es emoción, es un punto y aparte, es abrir una puerta a otra dimensión, un vuelco en nuestra existencia.
Me llena de pena que la sociedad en general considere el momento del parto como un trámite más, como las tasas que hay que abonar para tener al bebé en brazos. A menudo se considera el parto como una enfermedad, todo lo relacionado está lleno de prejuicios. Estoy convencida que es por esa razón por la que muchas mujeres van a enfrentarse al momento del parto con angustia y miedo porque no saben lo que les espera. Muchas dicen “quiero acabar ya” “quiero pasar el parto y descansar”.
A todas las futuras mamás les digo lo mismo: “el momento del parto es único, el embarazo es una carrera de fondo para la que hay que ir preparándose, tanto físicamente como psicológicamente” creo sinceramente que no puede ser de otra forma. La actitud con la que vivamos el proceso de embarazo será la que marcará la forma de nacimiento. ¡Por favor no sobreviváis al embarazo! ¡Vividlo! No hay momentos más bonitos en la vida de una mujer que estos en los que se está dando forma a una nueva vida. Vivid el embarazo plenamente, siendo conscientes de los que sois capaces de sentir cada día, abrid los sentidos hacia lo que está ocurriendo y a lo que ocurrirá el día del parto.
Tres consejos para el parto
Algunos otros consejos express:
- Ponle ilusión a tu parto, igual que cuando tuviste la primera cita con tu pareja. Imagina cómo será ese día, pero sin demasiadas expectativas. Da igual si al final es un parto hospitalario, das a luz en casa, cesárea o es un parto precipitado. Al final lo importante es la manera entregada, altruista y amorosa en que vivimos el momento. Sobretodo imagina el momento de mirar por primera vez la cara de tu bebé y céntrate en ello. Recárgate de positividad y procura estar más unida que nunca y cómplice con tu pareja.
- Dale importancia a tu bienestar personal. Rodéate de buenos momentos y personas que te quieren. Encuentra tu refugio de paz y reduce el estrés laboral. Come y haz lo que te apetezca, viajes, deporte, sexo… Aprovecha esta nueva etapa vital para desintoxicarte de gente nociva. Háblale a tu bebé, cántale, acarícialo, dile cuanto lo quieres y las ganas que tienes de conocerlo.
- Siéntete capaz. El parto es cierto que es un proceso biológico, y cómo tal estamos preparados físicamente, igual que el proceso de digestión u otros muchos que se suceden a diario en nuestro cuerpo. Así que no hay que tener miedo, el parto es un tránsito natural hacia la maternidad. Vívelo plenamente, déjate llevar hacia nuevas sensaciones. La primera contracción, la sensación de encajamiento del bebé, percibir cómo va descendiendo la cabecita por la pelvis. Momentos únicos que sólo se repiten pocas veces en la vida.