El embarazo es uno de los momentos en los que cualquier mujer se siente plena, radiante y con mucha energía a pesar de todo lo que conlleva. Aunque te cuentan muchísimas cosas buenas del embarazo, toda mujer que ya ha pasado por ahí sabe que hay situaciones incómodas que a veces nos pueden llegar a sobrepasar.
La mayoría de estas, se repiten con el tiempo y, aunque en muchos momentos nos hacen la mar de felices, llega un punto en el que pueden ser incluso agobiantes y exasperantes. ¿Sabes de qué situaciones te hablamos?
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Las 8 situaciones más incómodas que vive cualquier embarazada
Dejar de ser tú y pasar a ser la mamá de…
Aunque las cosas están cambiando, lo cierto es que parece que cualquier embarazada pierde su identidad. Tu existencia, a veces, parece que pasa a un segundo plano y que no importa lo que tú quieras o quién seas, sino que para muchos te has convertido en algo así como en un horno que está preparando el bizcocho más bueno del mundo. Y, aunque llegará un momento en el que hasta tú te pierdas y empieces a pensar –y hablar- por dos, es algo que suele molestar, sobre todo si viene de personas desconocidas o con las que tienes poco contacto. Esta situación se vuelve incómoda en ese preciso instante en el que todo el mundo se cree en el derecho de opinar y decidir lo que tienes que hacer por el bien del bebé, ya que parece que tu propio bien no es importante. El bien del futuro bebé es más importante que todo porque es el nieto de…, el sobrino de… o le importa muchísimo a… Y sí, toda mujer embarazada cataloga esta situación como incómoda porque, aunque no lo parezca, TÚ TAMPOCO QUIERES QUE NADA LE PASE. Pero, muchas veces, esas opiniones están de más, sobre todo si te dejan a ti en un segundo lugar.
Todo el mundo quiere tocarte la barriga
Sí, esta es una de las situaciones más incómodas, sobre todo cuando aún no tienes esa barriga que te delata y la gente ya empieza a tocarte la barriga y a bromear sobre el tema. ¡Y la mamá que diga que no, miente! No sabemos exactamente qué pasa con la ley de la atracción cuando una está embarazada, pero lo cierto es que parece casi imposible que la gente no te ponga la mano encima, incluso aunque sea el vecino del 5º con el que solo te encuentras en el ascensor. El problema –y esto es lo que la convierte en una de esas situaciones incómodas para las embarazadas- es que todo el mundo espera a que la mujer actúe con normalidad y con mucha felicidad. Que está claro que cualquiera se alegra de que se alegren por ella, pero de ahí a querer que siempre la estén tocando pues hay un paso. ¿Por qué cuando estás embarazada se debe permitir que alguien te toque una parte del cuerpo sin permiso como si fuese completamente normal?
Todo el mundo te recordará que debes aprovechar para dormir
Cualquier mujer embarazada ha tenido que oír innumerables veces eso de “Aprovecha ahora para dormir mucho, que luego llegará el bebé y ya sabes…”. Pues sí, el embarazo agota y duermes más, necesitas dormir para tener energías pero las horas de sueño no son acumulables, por lo que eso de dormir mucho ahora porque luego, con el bebé, será todo más complicado… Desquicia a más mujeres de las que lo reconocen. Es cierto que cuando el peque nace, tienes menos calma y, por supuesto, menos tiempo para dedicarte, pero hacerlo antes no va a ayudarte en nada porque las horas de sueño no se acumulan y, por ejemplo, el tinte no se hace solo. Así que, nuestro consejo no es que duermas más o que te concedas más tiempo, porque no es un vale acumulable a otras promociones, pero sí aprovecha para concederte todos los caprichos que más tarde ya no te darás por falta de tiempo.
Todo el mundo va de pitoniso con el sexo del bebé
No hay situación más incómoda –sobre todo si eres de esas mamás que no quiere saber el sexo de su bebé- que el hecho de ver que la gente va haciendo apuestas sobre el sexo del bebé. Esto es muy típico del primer trimestre y es una de las situaciones más incómodas porque, aunque no lo parezca, has dejado de ser mujer para pasar a ser hornillo y tómbola. Aún no entendemos qué es lo que trae el embarazo consigo pero vamos, cualquier embarazada se convierte en quiniela de juego, incluso hasta en mapa de muchos mitos…. ¿Qué embarazada no ha oído eso de “¡Uy! Tienes la barriga en punta, ¡será niño!”? ¿O esa de “Si andas con las piernas tan cerradas estando embarazada es que es niña”? Esta es una de esas situaciones incómodas para las que toda embarazada debe prepararse mentalmente si no quiere acabar más enfadada que otra cosa.
Vas a aprender mucho sobre mitología del embarazo
Aquí, cada cual te va a contar una cosa sobre el embarazo y, la mayoría de veces, vas a entrar en pánico por las cosas –absurdas- que se rumorean sobre el embarazo. ¿Nuestra preferida? “Si vas a vestirte de negro, usa más bien ropa interior de colores para que el niño no te nazca con depresión”. Hay cada cosa por ahí que toda embarazada escucha… Que a nosotros nos entran ganas de dejarlo todo y cerrar la clínica. Tú relájate cuando escuches ese tipo de cosas porque la mayoría solo son mitos y habladurías que se decían hace cientos de años –algunas tonterías no tanto, pero bueno-. Ármate de paciencia y, ante cualquier duda, ¡consulta con tu ginecólogo antes que con la vecina!
Las historias sobre partes terribles son el día a día
Lo peor para una embarazada, o al menos para tenerla asustada todo un día, es que alguien le cuente los horrores del parte de la amiga, de una amiga, de una amiga suya. Y es que, lo creáis o no, estas situaciones incómodas no solo crispan a la embarazada, sino que la asustan. Los partos difíciles escasean, por lo que no hay por lo que agobiarse a no ser que sea tu propio ginecólogo el que te dé la noticia. Deja de escuchar a mujeres que opinan sobre partos angustiosos, largos y dolorosos, porque aunque todo el mundo se divierte contando estas cosas, ¡a ti no te van a hacer ningún bien. Pensar en esas historias, lo único que conseguirá es que acabes torturándote conforme se vaya acercando el parto, así que déjate llevar por tu cuerpo que es sabio.
Todo el mundo opinará sobre el nombre del bebé
Da igual a quien se lo digas, siempre te dirán “ ¡Qué bonito!” y añadirán un “Aunque yo lo hubiese llamado X que es más bonito”. TODO el mundo sabe de nombres y a NADIE le importa lo que tú y tu pareja hayáis decidido, siempre habrá alguien que os diga que no le gusta, que es feo, que no pega con los apellidos o cualquier otra cosa. Así que, ármate de valor, paciencia y estado Zen para aguantar los chismes del resto de personas del mundo porque seguramente, cuando estés en una de esas situaciones incómodas, te replantees todo en este mundo, incluso de tu propio nombre.
La gente te va a preguntar si estás otra vez embarazada
Lo creas o no, la barriga de embarazada no desaparece a los dos días. Está claro que no vas a estar como el último trimestre, pero a todas –o al menos a las mujeres humanas- se nos queda un poco de barriga, algo así como la del tercer mes. Será SÚPER común que tengas que vivir una de esas situaciones incómodas en las que alguien del barrio o del edificio te diga “¿Otra vez embarazada? ¿No es un poco pronto?”. En ese momento respira profundamente, coge a tu bebé más fuerte y sonríe porque, si no haces esto, posiblemente acabes acusada de asesinato en primer grado. En unas semanas –como mucho 6 u 8- tu cuerpo volverá a su estado, aunque no sea como tú lo dejaste antes de quedarte embarazada.
Recuerda que vivir en sociedad conlleva estos pequeños peligros, así que relájate y no pienses mucho en lo que te diga la gente. Créete de la misa la mitad y disfruta mucho de la maternidad. ¡¡Que solo hay una!!