¿Y si mi bebé no quiere mamar?
¿Qué es esto de la huelga? Hace referencia al hecho de que a veces algunos bebés, de manera repentina, hacen falsos destetes. Ello no quiere decir que haya que destetar al bebé ni mucho menos, es una forma que tiene el pequeño de decirnos que le ocurre algo.
Durante alguna toma o incluso días, parece que rechaza la teta negándose en rotundo a mamar. Coge el pecho, lo suelta enseguida sin llegar a realizar la toma, el bebé se muestra irritable cuando ve el pecho y llora desconsolado. La mamá se pone nerviosa, y de ahí el círculo vicioso de lactancia abocada al final y al destete.
Como antes avanzaba, la huelga de lactancia sugiere que al bebé le ocurre algo. Suelen producirse tras algún acontecimiento que haya impactado al bebé como una separación de muchas horas de él, estrés materno mientras se amamanta, un cambio en el olor corporal de la madre (crema o colonia diferente), el brote de la primera dentición, resfriado u otitis, la primera menstruación tras el parto… ¡Pueden pasar mil cosas por extraño que parezca!
Si la huelga se produce antes de los seis meses y se quiere seguir amamantando, lo mejor es no dejar que cunda el pánico. En primer lugar descartar causas médicas y sobretodo procurar amamantar al bebé en un entorno relajado, libre de estímulos y distracciones, tranquilizarlo y acariciarlo mucho. Esto os ayudará a conectar de forma emocional con vuestro hijo, el cual -quizás por razones que no entendáis- ha desconectado de vosotras repentinamente por alguna causa que mencionaba antes.
En mi experiencia utilizar una mochila portabebés para tener al chiquitín lo más cerca de mi piel el mayor tiempo posible fue de gran ayuda, incluso colechar y amamartarle mientras estaba dormido. Esto ayuda a que el bebé se sienta mucho más cercano a nosotras, que respire nuestro olor, se sienta querido y, sobre todo, oiga nuestros latidos del corazón. Muchos estudios demuestran que, a pesar de lo que se pueda creer, el bebé, hasta cierta edad, reconoce el latido de nuestro corazón y lo sincroniza con el suyo. ¡No por nada hemos llevado una vida dentro durante nueve meses! El portabebés es una magnífica solución para esto, ya que conseguirá que se relaje y se acerque a nosotras, sin que nosotras tengamos que amputarnos los brazos.
La fórmula mágica para superar el bache es paciencia y mucho amor. De esta manera el 90% de las huelgas de lactancia se acaban superando. ¡Ánimo!