Category: Psicología infantil

SIETE CLAVES PARA AFRONTAR LOS CAMBIOS DE TUS HIJOS PREADOLESCENTES

Muchos padres se enfrentan a los cambios de sus hijos preadolescentes no entendiendo del todo lo que está sucediendo.  Una semana tu hijo es un niño y a la siguiente se convierte en preadolescente. Parece que, al cumplir una determinada edad, los niños sufren una serie de cambios emocionales. Para conseguir afrontar esta etapa los padres deben estar preparados y el primer paso es descubrir cuáles son los principales cambios que pueden presentar nuestros hijos preadolescentes y cómo hacerles frente.

¿Qué es la preadolescencia?

La preadolescencia es una etapa intermedia o de transición entre la niñez y la adolescencia, la cual conlleva una serie de cambios físicos y emocionales, siendo una etapa complicada de afrontar tanto para padres como para hijos. Abarca edades variables pero por lo general comienza entre los 9-10 años y se extiende hasta los 12-13 años.

A nivel emocional, aparece una necesidad de mayor independencia.  Empiezan a separarse de “mamá y papá” y a ser más independientes.  Empiezan a cuestionar las decisiones y reglas de sus padres, es un momento crítico para que puedan aparecer las mentiras y el cuestionamiento de las reglas como parte de esa necesidad de independencia.

Al mismo tiempo, los preadolescentes cada vez dan mayor importancia al modo en que los ven los iguales, e intentan “encajar” en el grupo y ser aceptados. Sus amigos se vuelven mucho más importantes, en comparación con sus padres, a la hora de tomar decisiones. También  se comienzan a interesar por aspectos no tenidos en cuenta hasta el momento, necesitando mayor espacio para estar solos.

Además en la preadolescencia son comunes los cambios inesperados de humor, ya que a estas edades se producen muchos cambios hormonales que son fisiológicos y que  les causarán una gran variación en sus estados emocionales.

¿Cómo podemos conseguir afrontar los cambios que conlleva la etapa preadolescente de nuestros hijos? Te enseñamos siete claves que funcionan para conseguir una buena relación con nuestros hijos preadolescentes.

preadoslecentes

Las 7 claves que debes conocer para lidiar con los cambios preadolescentes 

  1. Compartir tiempo juntos.

 

Teniendo en cuenta que nuestros hijos necesitan cada vez mayor independencia y podemos sentir que cada vez se separan más de nosotros, es recomendable realizar pequeñas actividades que nos permitan pasar tiempo junto a nuestros hijos.

 

Para ello, descubre sus gustos y aficiones y proponle a tu hijo un plan relacionado con eso. Por ejemplo, si a tu hijo le gusta la naturaleza puedes proponerle una tarde de senderismo. Es muy importante que tu hijo se sienta valorado y que piense que tienes en cuenta su opinión.

 

Por otro lado, puede que tus hijos no tengan una afición clara y concreta aparte del hecho de salir con los amigos, intentad descubrir una juntos.

Lograr comprender los gustos de nuestros hijos o lo que les importa es una buena forma de construir una gran relación que perdurará a lo largo de los años.

 

  1. Demuestra cariño sutilmente.

 La Psicoterapeuta, Virginia Satir dice que “necesitamos cuatro abrazos diarios para sobrevivir. Ocho abrazos diarios para mantenernos y doce abrazos diarios para crecer”

En muchas ocasiones puede que los preadolescentes se comporten como si no    necesitaran o quisieran las muestras de afecto, a pesar de que las necesitan.

Aunque cueste aceptar estos cambios, es conveniente entender que se trata de señales que indican que necesitan su propio espacio.

Ante esto podemos buscar alternativas para demostrar a los hijos nuestro afecto, como por ejemplo alisarle el pelo cariñosamente, prepararle su comida favorita. No hace falta que sea continuamente, pero sí deben estar presente en ocasiones.

  1. Establecer rutinas.

Es muy importante seguir manteniendo algunas rutinas como la hora de irse a dormir para que su hijo descanse las horas necesarias para poder rendir durante el día.  Para ello sería conveniente buscar alguna actividad relajante para poder hacer juntos antes de ir a la cama. Por ejemplo, podéis leer juntos un libro.

 

  1. Respetar la intimidad de su hijo.

Comprensiblemente, algunos padres sienten la necesidad de conocer todo lo que hacen sus hijos y les cuesta respetar su intimidad.

Pero conforme nuestros hijos van creciendo y alcanzan la etapa preadolescente, pueden necesitar su propia intimidad. Por este motivo, es conveniente respetar el dormitorio de su hijo, sus libros, sus llamadas telefónicas deben ser algo privado. Tampoco debemos esperar que su hijo le cuente todas sus ideas o actividades. Está claro que, por estrictos motivos de seguridad, debemos saber dónde está, qué está haciendo, con quién está y cuándo volverá su hijo, pero no es necesario conocer todos los detalles.

Por lo tanto, si se detectan señales de alarma de que su hijo podría tener problemas, entonces no tendremos más remedio que invadir su intimidad hasta llegar al fondo del problema. Pero, en caso contrario, debemos mantenernos al margen.

 

  1. Escuchar y comprender a su hijo.

Es conveniente observar los cambios que experimenta su hijo,  pero sin juzgar ni interpretar, ya que si comenzamos a cuestionarlos, posiblemente pueda suponer un primer paso para el alejamiento. Por lo tanto es fundamental una escucha activa que nos ayude a comprender lo que le está ocurriendo a nuestro hijo y de esta forma poder descubrir qué es lo que necesita.

Es decir, no debemos olvidar lo que ellos sienten y necesitan, y que si queremos que confíen en nosotros, no deben tener la sensación de que lo que sus padres quieren es simplemente satisfacer sus propios deseos y necesidades.

Por ello, debemos hacerles entender cuál es nuestro papel como padres, que no es otro que ayudarles a que ellos mismos comiencen a encontrar soluciones a sus problemas. Por algo la preadolescencia es esa primera etapa antes de comenzar la pubertad y, en definitiva, el momento en el que se dan los primeros indicios de independencia.

 

  1. Ayudar a nuestros hijos a expresar sus emociones.

Los niños que atraviesan la preadolescencia, aprenden a regular sus emociones observando las actuaciones de sus propios padres o de los adultos de su entorno cercano.

Para ayudar a nuestros hijos a regular sus emociones de una manera adecuada lo podemos hacer comenzando por hablar a nuestros hijos a diario de cómo nos sentimos, de esta manera seremos sus modelos y le estaremos enseñando a poner palabras a lo que sienten. Por ejemplo: Hoy vengo enfadado y cansado porque he tenido un día complicado en el trabajo.

También les estaremos trasmitiendo el mensaje que mostrar cómo se siente uno no es malo, solo hay que saber expresarlo de la manera adecuada. Por ejemplo: Expreso con palabras y con mi lenguaje no verbal como me siento, no tiro cosas ni grito.

En general, nuestros hijos van a aprender a expresarse poco a poco con la ayuda de los  padres, por eso es tan importante que aprendamos a cuidar como transmitimos nuestras emociones.

 

  1. Aceptar y respetar las emociones de nuestros hijos.

Es muy importante escuchar y ayudar a nuestros hijos a que expresen lo que sienten en cada momento. Por ejemplo: Comprendo que estés triste, hablemos sobre ello, cuéntame que es lo que te ha pasado.

Además es fundamental ayudarles a relacionar expresiones corporales con las emociones, esto les ayudará en el desarrollo de la empatía y poder ponerse en el lugar del otro. Por ejemplo: Mira la cara de tu amigo, parece que está enfadado, ¿le preguntas qué le ha molestado?

19 diciembre, 2018 by Torres Oleque S.L.U 0 Comments

CLAVES PARA AFRONTAR LA VUELTA AL COLEGIO DESPUÉS DE NAVIDAD

Durante las fiestas navideñas, los niños viven muchos momentos de ilusión y magia, se
divierten jugando con sus regalos, se acuestan más tarde, comen a deshora y pierden la rutina que llevaban antes de las vacaciones.
Todo esto implica que llegado el momento de volver a la rutina escolar pueda suponer un gran esfuerzo para los más pequeños pudiendo estar más irritables, tristes o cansados. ¿Cómo podemos conseguir afrontar de manera adecuada la vuelta al cole de los más pequeños? Te enseñamos algunas claves que funcionan para afrontar la vuelta al colegio después de la Navidad.

Los 6 consejos que debes saber para que tus hijos no tengan problemas para volver al cole después de las vacaciones de Navidad

Establecer rutinas asociadas al sueño y la comida

Es normal que después de las vacaciones les cueste algunos días en recuperar el ritmo habitual. Por este motivo es conveniente que días antes de terminar las vacaciones, los niños vuelvan progresivamente a los horarios de acostarse y levantarse a la misma hora. Lo mejor es hacerlo poco a poco para que se vayan adaptando de manera adecuada a los nuevos horarios, por ejemplo unos días antes de volver al colegio podemos ir progresivamente adelantando la hora de ir a dormir y nos vamos levantando cada día un poco más temprano.
Además debemos modificar el horario de las comidas y las cenas y por supuesto, el de los hábitos, como por ejemplo volver a controlar los momentos de juegos, televisión. Si lo hacemos progresivamente, la vuelta al colegio no será tan costosa para los más pequeños de la casa.

Los Juguetes

Vuelta al cole después de Navidad
A muchos niños les cuesta volver al colegio después de Navidad porque apenas tienen
tiempo para poder disfrutar de los regalos que han tenido la noche de Papá Noel o los Reyes Magos.
Por este motivo, es recomendable que Papá Noel se encargue de aquellos juguetes más
lúdicos y que requieren más tiempo para que los niños puedan aprovechar de más momentos
disfrutando de sus regalos antes de volver a la rutina escolar.
Por otro lado, los Reyes Magos se encargarían de otros regalos como por ejemplo, ropa y
aquellos juguetes educativos como puzles o juegos de construcción que los niños pueden ir
disfrutando poco a poco, incluso aquellos días de diario.
Sin embargo, en aquellas casas donde la tradición sea que los Reyes Magos se encarguen de
traer a casa todos los regalos, sería conveniente que los padres sean comprensivos con sus
hijos y les dejen jugar unos minutos al día aunque hayan vuelto al colegio.
Además conviene destacar los aspectos positivos que suponen poder disfrutar de juguetes
nuevos en sus ratos libres habituales.
Por ejemplo, al siguiente fin de semana puedes ofrecerte para jugar con tu hijo cuándo
tengáis un poco de tiempo libre. Seguro que le hace mucha ilusión y además podrá jugar con
sus juguetes nuevos y no sentirá tanta nostalgia por retomar de nuevo la rutina escolar.

Enfatizar los aspectos positivos que suponen la vuelta al colegio

Es muy importante que nos centremos en todos aquellos aspectos positivos que suponen
volver al colegio para que se los podamos transmitir a nuestros hijos.
Por ejemplo, podemos preguntarle al niño si echa de menos algún amigo de clase con el que
se lleve especialmente bien, es decir consiste en recordarles las cosas que les gustaban de la
escuela.

Hablar con el niño de sus temores e inquietudes de volver al colegio

Es fundamental escucharles, entender los temores e inquietudes que pueda tener el niño o la niña y nunca minimizarlos ni restarles importancia y ayudarles a verbalizar sus emociones.
De esta forma conseguimos que nuestro hijo nos pueda expresar qué es lo que más le
preocupa de volver al colegio o qué es lo que más esfuerzo les supone de volver a la rutina escolar. Consiste en animarle a hablar de ello y escucharle abiertamente sin enfados ni reñirle por nada que os cuente y a su vez hacerle ver al niño que la vuelta a la normalidad también tiene muchos aspectos positivos.
También es recomendable combatir algunas inquietudes que los niños pudieran llegar a
tener. Por ejemplo, si tu hijo te dice que no quiere volver al colegio porque tiene dificultades con
alguna asignatura, tranquilizarle con respecto a la posibilidad de buscar un profesor particular
o ayudarle de una manera más exhaustiva con esa asignatura en concreto.

Evitar dejar los deberes para el día antes de la vuelta al cole después de Navidad

Otro aspecto importante es evitar dejar para el último momento los deberes. De esta forma evitaremos el estrés de última hora y conseguiremos que el niño siga reforzando
los conocimientos adquiridos y que, al regresar al cole, no se les hayan olvidado los conceptos
que aprendieron antes. Así, aunque disfruten de las vacaciones y de los momentos de juego, no se olvidarán de que existen rutinas y obligaciones que hay que cumplir y notarán menos el cambio cuando
tengan que regresar de nuevo al colegio.

 Mantener la misma hora del baño

Aquellos niños que estén acostumbrados a tomar un baño después de jugar y hacer los
deberes, es recomendable que, aunque estemos de vacaciones, sigamos manteniendo la
misma hora del baño. De esta forma, ayuda al niño a relajarse y a tener un sueño más reparador y así la vuelta al colegio después de la Navidad será más fácil, ya que es muy importante seguir manteniendo
algunas rutinas.

Como ves, no es ningún misterio que hacer que los peques no pierdan la rutina del cole es sencillo. Solo hace falta un poco de mano dura, pero al mismo tiempo darles tiempo y alas para que crezcan, imaginen y disfruten. 

18 febrero, 2018 by Torres Oleque S.L.U 0 Comments

La educación emocional ha llegado al cole para quedarse

Educación Emocional

Estamos acostumbrados a pensar que el único trabajo que se realiza en las aulas, es puramente académico y de hecho antes era así, se daban de lado las emociones.

¿Emociones en el aula? Hoy en día, el aprendizaje académico no es solo la habilidad de aprender conceptos, queremos que nuestros niños sean felices, que estén bien con la gente que les rodea y si todavía nos sirve para aprender mejor, ¿qué más podemos pedir?

Daniel Goleman decía que las personas con un CI alto, no son necesariamente las que luego en un futuro triunfan, sino las que son más inteligentes emocionalmente hablando, así pues desde hace unos años han surgido talleres para fomentar la Inteligencia Emocional en niños.

educación emocional

De esta manera, el niño no sólo se forma académicamente en el colegio sino que también se forma una identidad social y emocional en el ámbito escolar, lugar donde pasan la mayor parte de su día, y lo logramos dando herramientas para que el niño tenga un buen bienestar emocional.

¿Sabías que un niño aprende mejor si las emociones funcionan de una manera adecuada?

El fomento de la Inteligencia Emocional en niños es diferente a la de adultos, porque no se trata de una reflexión más personal acerca de cómo regular las emociones o el estrés, sino de actividades lúdicas enfocadas a que los niños sean conscientes de sus emociones y del porqué las sienten.

Las dinámicas usadas para el fomento de la Inteligencia Emocional en niños son de varios tipos, pero se trata de englobar todos los componentes del concepto de Inteligencia Emocional cómo: la empatía, la expresión y comprensión de los sentimientos propios y ajenos, el autocontrol, ser autónomos, la tolerancia a la frustración, la resolución óptima de conflictos, las habilidades sociales o el respeto.

Por todo ello, cuando hablamos de Inteligencia Emocional en niños, pasa a llamarse Educación Emocional y afortunadamente está entrando muy fuerte en el mundo de la enseñanza.

La Educación Emocional mejora el día al día del aula como por ejemplo, evitando conflictos y rabietas y es un claro pronóstico de una buena salud emocional futura del alumnado.

Porque todos recordamos a los “cracks” de la clase, ¿hoy en día son felices? ¿Tienen un buen bienestar?

Debemos pensar en la Educación Emocional para nuestros niños como un “plan de pensiones”, dando una buena base estaremos previniendo futuros problemas de nuestros hijos.

En Clínica Parc Central, apostamos por la salud emocional de tus hijos y no somos ajenos a la necesidad de trabajarlas de forma adecuada. Por ello, volvemos a tener abiertas las inscripciones para nuestro taller de Educación Emocional, dónde enseñaremos como expresar emociones adecuadas de una forma divertida, pintando y con juegos, ¡te esperamos!

Dando la bienvenida a la primera menstruación

La primera menstruación de tu hija y cómo afrontarla

“Felicidades, ya te has hecho mujer” Seguro que muchas de vosotras habéis oído esta frase al inicio de vuestra primera menstruación, y es que es el primer paso para pertenecer al “club de las mujeres”, según convención social. El problema, es que muchas niñas no entienden estas cosas. Simplemente se asustan, no entienden por qué tienen que dejar de ser niñas, tampoco por qué sangran y por qué eso las hace ser mujeres. Por eso, es importante conocer el punto de vista que tiene una niña con su primera menstruación –al menos desde el punto de vista psicológico- y saber algunos trucos y consejos para hacer que la conversación sobre la primera menstruación y las venideras no sea algo “vergonzoso” para ella y que todo sea natural.

Cómo afrontar la primera menstruación de tu hija con naturalidad

La primera menstruación es un paso que toda preadolescente va a hacer, normalmente entre los 11-12 años marcando el inicio de la etapa reproductiva. Es una época en la que cualquier niña está descubriéndose a sí misma y al mundo, por lo que es todo un poco complicado de entender y asimilar. Para muchas, es un golpe duro, aunque otras muchas esperan este momento con ansia. Sea como sea, aquí tienes algunas ideas para afrontar este momento con tu hija de forma natural.

Hablemos de los cambios de su cuerpo

Si una palabra pudiera definir a la primera menstruación sería el inicio, la futura mujer se ve que ya ha dado un paso más hacia el crecimiento, ya hay algo diferente, y ella se siente diferente. El sentirse diferente, también os pasa a vosotros como padres pues veis que vuestra “niña” deja de serlo, pero, aunque sea un reto la primera menstruación debe intentar tratarse con naturalidad, así pues, no es aconsejable tratarla de modo diferente o hacer ninguna fiesta.

Probablemente, ella sea la primera en percibir su crecimiento de pechos, el aumento del vello o el ensanchamiento de caderas, hay niñas que lo viven con alegría porque significa que se están haciendo mayores, pero hay niñas que pueden no vivirlo bien. Ayúdale a aceptarse, cuéntale tus experiencias y acompáñala en este camino de ser mujer.

Prepara el tema

Puede que sufra porque la regla duele y es un dolor desconocido, el cariño y el apoyo es fundamental.

Los cambios que traen la menstruación que son mal vividos, muchas veces pueden ser porque no se ha tratado de una manera adecuada el tema, os aconsejo el antes y el después: una manera muy buena de disminuir la incertidumbre es dando información antes de lo que va a pasarle a tu hija el día que le venga la regla, es decir, preparar la antesala de cuando llegue ese momento, contar qué es tener la regla, lo que debe hacer, consejos sobre higiene, medicación…porque vosotras como madres sois los modelos donde vuestras hijas se miran, y debéis actuar como tal: como referentes de actitudes y que te vea como un enemigo o como alguien que no sabe lo que es, no es una buena opción. De esta manera facilitamos, que vuestras hijas comiencen a sentirse bien en su nueva situación, ya que normalizarlo es la primera base de la aceptación.

Transparecia total

La normalidad, el positivismo y la información ayudarán a tu hija a pasar este camino, porque piensa que la llegada de la menarquía no es más que la señal que tu hija crece de una manera sana y adecuada. Recuerda que muchas niñas se sienten un poco intimidadas con el tema de la primera menstruación y rehúyen de los padres, sin embargo, no es buena idea dejarlo fuera. Tanto tú como él sois sus padres y debe tener la sensación de que puede hablar con ambos de cualquier tema y más de uno así de importante. Tu pareja debe estar tan al pie del cañón como tú y debe contarle a vuestra hija las verdades de la regla, así como sus inconvenientes. Muchas veces, los padres también se sienten violentos y cohibidos con estos temas porque siempre se nos ha dicho que es cosa de “chicas” y que ellos no podían intervenir. Sin embargo, esto no debe ser así y menos en una relación padre-hija. Conseguir que la transparencia sea la clave en su primera menstruación es esencial para que no empiece a generar tabúes que ya están bastante asentados en la sociedad.

Para ello, debe ser consciente de que la regla es algo completamente normal y que no hay por qué esconderse ni la primera, ni las siguientes. Saber que su padre relativiza el tema pero se involucra en él, puede ayudar a tu hija a manejar mejor esa aceptación con ella misma y con la sociedad y no sentirse fuera de lugar.

Recuerda que, para cualquier duda o dificultad relacionada con el tema desde el Departamento de Psicología de Clínica Parc Central, estamos ahí para ayudarte.

27 diciembre, 2016 by Torres Oleque S.L.U 0 Comments

Cómo reaccionar frente a las notas de tu hijo

Entrega de notas, ¿premio o castigo?

En estas épocas de entrega de notas de nuestros hijos, como padres nos veremos en esta disyuntiva seguramente, si no nos hemos visto ya. Nuestro hijo ha traído unas notas estupendas o puede que nuestro hijo haya traído unas notas desastrosas, pero ¿qué hacemos en ese caso? ¿Al primero lo llenamos de regalos y al otro lo condenamos? En este artículo veremos cuando es adecuado premiar y cómo de la misma manera, sí nuestro hijo ha traído malas notas, qué hacer al respecto.

notas de niños

¡Todo y con buenas notas! 

Aunque muchos de vosotros os habéis visto en esta situación, pongamos un ejemplo: Manuel es un niño al que le gusta mucho estudiar, pero las Matemáticas se le resisten. Su madre está desesperada y le promete que si aprueba Matemáticas este trimestre le regalará una bicicleta. ¿Qué hará Manuel? Si no presenta ninguna dificultad del aprendizaje, encontrará la motivación que no tenía antes por la bici y pondrá todos sus esfuerzos en aprobar.

Ahora como padres debemos preguntarnos si es lo adecuado, y cómo psicóloga, debo afirmar que no lo es, pues si Manuel aprueba porque le han prometido una bici, después es probable que su nivel de exigencia sea mayor a la hora de elegir el premio y estudiará por el premio nada más, y olvidará lo más importante: que ha tenido un éxito. Es decir la recompensa será algo material y no la mera satisfacción de haber logrado algo.

Por otro lado, el trabajo de los niños es estudiar dándoles premios materiales, estamos en cierta manera “sobornando” a nuestros hijos para que hagan su trabajo.

Así pues, ¿debemos premiar a nuestros hijos? Sí, pero evitando en gran medida las recompensas materiales. Creemos que los niños no lo notan pero ellos no buscan a toda hora regalos materiales, son mucho más felices con un halago, con un cariño o diciéndoles lo felices que nos han hecho por lo mucho que se han esforzado. Pero atención: premiar el esfuerzo no significa premiar un aprobado. Puede que nuestro hijo se haya esforzado mucho por aprobar y no lo haya logrado, aun así sigue siendo recomendable reconocer el esfuerzo.

¿Y si no aprueba?

Por otra parte, muchos os habréis visto en una situación muy diferente a la descrita en el anterior párrafo: vuestro hijo no logra aprobar aunque lo intente. Puede ser que vuestro hijo se distraiga mucho en clase y que el tutor ya os haya dicho algo al respecto, o que vuestro hijo por más que se pase las horas estudiando y vosotros lo veáis no logre sacar los resultados esperados.

Tal y cómo hemos hablado de que los niños son receptivos a nuestros halagos más que a un premio material, también lo son a los reproches, y éstos dejan mucha huella emocional. Evitad condenar los fracasos y catalogar a vuestro hijo como tonto, vago…y muchos menos castigar porque no ha logrado tener buenos resultados.

Cuando el rendimiento académico de nuestro hijo cae en picado y no sabemos por qué, lo más adecuado es que un especialista os diga qué es lo que está pasando porque puede que sea porque un problema emocional o motivacional esté interfiriendo en el rendimiento académico de nuestro hijo o que haya un problema de dificultades del aprendizaje (por ejemplo, una dislexia). En cualquier caso, esto necesita un buena evaluación y diagnóstico al respecto.

En Clínica Parc Central, disponemos de material de evaluación para ayudaros a comprender que le puede estar pasando a vuestros hijos en su rendimiento escolar y una intervención adaptada para ayudar a mejorarlo. Si el tutor de tu hijo te ha hablado que puede que haya un problema o que simplemente vosotros hayáis visto que algo pasa con vuestro hijo, no dudéis en poneros en contacto con nosotros.

23 noviembre, 2016 by Torres Oleque S.L.U 0 Comments

Su primer día de guardería

Ha llegado el momento: tengo que dejar a mi hijo en la guardería

Todos tenemos en mente siendo padres o no, cuando comienzan las clases y en las noticias nos muestran a los niños llorando ante su primer día. Pero nunca nos han mostrado que pasa con los padres: ¿Lloran? ¿Lo pasan mal? o ¿Significa una liberación?

En este artículo, nos ocuparemos de esta parte olvidada, de lo que supone llevar a tu bebé a un sitio extraño, y más difícil aun cuando no supera el año y sin duda no está en edad de escolarización.

primer día de guardería

La guardería como alternativa

Tener a tu hijo es un momento mágico, un vínculo que no tendrás con ninguna persona más y te gustaría pasar todo el tiempo con él y no separarte, pero como mujer trabajadora ha llegado el momento de incorporarte a la vida profesional: un dilema, una crisis por las que pasan cientos de madres, pues cuando no se tienen cerca a los abuelos o familiares cercanos que se puedan hacer cargo de tu hijo, la guardería llega a ser lo más viable.

¿Viable? Nuestra parte racional dice que sí, que ya que no tienes a ningún familiar cercano que pueda hacerse cargo de tu bebé o que no puedes compaginarlo con el horario del trabajo de tu pareja la guardería es sin duda la solución, pero nuestra parte emocional piensa lo contrario que es muy pronto, que no seremos capaces de separarnos de nuestro bebé, que nadie les va a cuidar como nosotras porque todavía continúa siendo una persona indefensa.

Es especialmente complicado dejar a nuestro niño en la guardería cuando todavía no cumple el año, te encontrarás con sentimientos como la culpabilidad pensando que no es lo demasiado mayor para ir allí, y que sentirá que no está su mamá.

No olvides que los bebés no comprenden lo que quieres decir a nivel de lenguaje, pero sienten tu miedo, sienten tu inseguridad: comprenden tus emociones. Si realmente es la buena decisión, muestra confianza y tu bebé la tendrá, lo importante es que sientan tu cariño y apoyo sincero.

Los papás también se adaptan a la guardería

Ya has tomado la dura decisión de llevar a tu bebé a la guardería, pero quiero que sepas que tus lágrimas y preocupaciones son más que comprensibles y normales, todo forma parte de un período de adaptación: al principio tendrás mucho tiempo y no sabrás que hacer con él y sientes que te falta algo, pero poco a poco irás superándolo: es simplemente es integrar una ayuda más al cuidado de tu hijo.

Por otro lado, si tienes que llorar ¡llora! Todo lloro, tiene una razón y es que quieres a tu hijo y que lo vas a echar de menos, ¡no hay nada más tranquilizador que echar fuera toda la tensión! pero trata de llorar o manifestar tu pena siempre cuando no esté tu hijo para que no te note triste y puedas facilitar a su adaptación a la guardería.

También es bueno desahogarte con otros padres que han vivido lo mismo, que te cuenten cómo lo vivieron y que sintieron porque con ellos es cuando más te vas a sentir comprendida y podrás manifestar tranquilamente tus miedos y dudas.

Finalmente me gustaría que supieras que es importante que saques lo positivo de que tu hijo vaya a la guardería porque aunque sea tan pequeño, además del cariño de mamá y papá, nuestro bebé tendrá la oportunidad de interaccionar con otras personas diferentes de sus padres y no hay nada más óptimo para su desarrollo psicológico.

Recuerda que sí tienes alguna duda o cuestión, en Clínica Parc Central, estamos para ayudarte.

 

21 noviembre, 2014 by Torres Oleque S.L.U 0 Comments

ESTABLECIMIENTO DE RUTINAS DE NUESTROS HIJOS

IMPORTANCIA DE LAS RUTINAS DE NUESTROS HIJOS

No somos conscientes de lo difícil que es ser padres hasta que lo somos. Cada día supone un nuevo reto y nos preocupa saber si lo estamos haciendo bien como padres.

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CUANDO SE RECOMIENDA COMENZAR A ESTABLECER RUTINAS EN LOS NIÑOS

Alrededor de los 2 añitos se empieza a forjar la personalidad de nuestro hijo. Así se vuelve más autoritario y reclama su sitio respondiendo en ocasiones con rabietas. Es por ello que es muy importante comenzar a marcarle rutinas y hábitos para así también darle sensación de estabilidad y seguridad, si necesitas ayuda puedes conseguirla a través de profesionales especializados en psicología infantil.

Las rutinas son costumbres que se adquieren al repetir una misma tarea o actividad muchas veces. Marcan la pauta a la hora de desarrollar los acontecimientos del día a día. Es un excelente modo de aprendizaje para los niños. Establecer rutinas en nuestro funcionamiento doméstico nos permite a nosotros como padres desarrollar con cierto orden las actividades diarias y establecer los momentos de relajación y de actividad a lo largo del día. Para los niños supone el mejor medio para conocer el entorno que les rodea, superar miedos y temores a lo desconocido. Les proporciona seguridad, tranquilidad, confianza. Les permite desarrollar su autonomía personal e interiorizar normas de comportamiento.

COMO COMENZAR A ESTABLECER RUTINAS CON NUESTROS HIJOS

Comienza a establecer rutinas con la ayuda de tus hijos, la mejor forma es repetir de forma sistemática y del mismo orden las actividades de vuestro día a día. Anímale a que te vaya ayudando en las tareas más sencillas de su aseo personal, preparación de la mesa a la hora de comer, recoger juguetes…etc  ya verás cómo resulta muy satisfactorio para ambos compartir experiencias juntos y comprobar cómo va haciendo grandes progresos día a día.

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