Category: Efectos del embarazo en la mujer

Infecciones vaginales en verano durante el embarazo

Durante el embarazo, las infecciones vaginales en verano aumentan

A todos nos gusta mucho el verano. El calor, las vacaciones, el buen tiempo, los días con los amigos, la playa, la piscina, el sol… ¡todo son ventajas! Aunque, por mucho que nos guste, es cierto que hay que ir con ojo, sobre todo si se está embarazada.

La realidad es que durante el embarazo, la mujeres tienen mucha más predisposición a tener infecciones vaginales y/o urinarias.

infecciones vaginales durante el embarazo

Tipos de infecciones vaginales en verano durante el embarazo

Es muy común que las mujeres sufran infecciones a lo largo del verano y, en una embarazada se suelen dar mucho más ya que una vez alterada la flora vaginal es muy complicado reestablecerla y más cuando, mes a mes, esta va variando según avanza el estado de gestación. Las infecciones vaginales en verano más comunes durante el embarazo suelen ser la candidiasis y la cistitis.

La candidiasis

Más conocida comúnmente como hongos. Suele darse mucho más a menudo de lo que a la mayoría de las mujeres nos gustaría. Por lo general, su sintomatología es un flujo vaginal amarillento, verdoso o espeso con mal olor y viene además, ardor, picazón o enrojecimiento de la zona genital. Los hongos, en general se contraen debido al cambio en el PH vaginal y a los problemas que provoca el verano: ropa húmeda, ya sea por el sudor o por el agua de mar o de la piscina y el propio cambio de la flora vaginal de la embarazada. No es para nada una infección por la que debas preocuparte en exceso ya que su tratamiento es sencillo –óvulos o una pomada suele ser lo más recomendable- pero sí que deberías consultar con tu ginecólogo ya que el tratamiento en una embarazada nunca es el mismo que en general.

La cistitis

La cistitis es una infección vaginal en verano mucho más común de lo que a las mujeres nos gustaría, ¿verdad? Este tipo de infecciones no es vaginal, aunque sus síntomas pueden extenderse hasta la vagina, provocando la candidiasis. En general, la sintomatología de la cistitis es muy fácil de detectar ya que se suelen tener muchas ganas de hacer pipí en todo momento –aunque luego solo hagamos una gotita-, picor extremo cuando se orina, enrojecimiento de la vulva y picor vaginal, dolor en las relaciones sexuales, orina turbia y/o lechos y, en casos más extremos, sangre a la hora de hacer pis.

Su cura es muy sencilla: un antibiótico será suficiente. En las embarazadas, la cistitis suele ser autoprovocada ya que se aguantan mucho las ganas de orinar al no tener un sitio limpio y seguro donde hacerlo. Además de esto, el usar ropa apretada, beber poco agua, llevar la ropa interior mojada –sea por lo que sea- mucho tiempo y hacer pis en sitios poco limpios, son otras de sus causas.

¿Por qué aparecen las infecciones vaginales en verano durante el embarazo?

Una de las principales razones por las que aparecen es que la flora vaginal de la embarazada es muy susceptible y más durante el último trimestre del embarazo.

Además de esto, que es la razón más importante, el hecho de no tener una buena alimentación, así como no hidratarse lo suficiente son razones muy importantes a tener en cuenta.

Por su parte, el hecho de llevar pantalones muy ajustados, pasarnos todo el día a remojo –en una piscina o en la playa- así como llevar la ropa interior o el bikini/bañador mojado mucho rato, suele causar las infecciones vaginales en verano.

¿Qué cuidados tenéis que tener?

Para que tengáis una mejor higiene vaginal y que no sufráis ninguna de estas infecciones vaginales en verano, os dejamos algunos consejos que, al menos, os ayudarán a prevenirlas.

Cambia la ropa interior con frecuencia. Sobre todo si tienes mucho flujo, sudas mucho o has ido a la playa o la piscina.

Evita los salvaslips. Aunque creas que son muy limpios, es lo peor que puedes hacer contra el flujo ya que provoca irritaciones.

Lava tu zona íntima adecuadamente. Con la mano y con productos especiales. Y recuerda, ¡siempre de delante hacia atrás!

Los probióticos serán tu mejor aliado. Ayudan a repoblar la flora vaginal y actúan como defensa.

Evita la depilación. Sabemos que es un fastidio pero, si podéis, evitadlo a toda costa, al menos en los labios ya que suponen una barrera frente a las bacterias.

Ves a aseos LIMPIOS. Teniendo en cuenta que tu flora vaginal tiene un PH alterado, es muy posible que seas la diana de cualquier bacteria. Ah, ¡y límpiate de delante hacia atrás!

Duerme sin ropa interior. De este modo, la zona genital respirará y disminuirás la humedad en la zona genital.

Recuerda que, sea por lo que sea, debes consultar previamente a tu ginecólogo especialista ya que cualquier tratamiento puede llegar a producirte algún contraefecto y afectar a tu bebé. Aunque se trata de tratamientos sencillos, en las embarazadas los antibióticos tienen algunos riesgos. En el caso de que no puedas acudir inmediatamente, usa cremas para culito de bebé porque te ayudarán a reducir el escozor y la sensación de ardor.

EN EL EMBARAZO, ¿MOLESTIAS FÍSICAS O PSICOLÓGICAS?

MOLESTIAS FÍSICAS Y PSICOLÓGICAS EN EL EMBARAZO

Durante el primer trimestre la mayoría de mujeres suelen experimentar una sensación tremenda de somnolencia o náuseas. Esto tiene un fundamento biológico, las responsables son las hormonas cuya concentración en sangre es muy elevada. Desde el punto de vista médico esa somnolencia tiene un papel “protector” del embarazo. Produce una mayor demanda de sueño para favorecer el descanso de la madre y de este modo cuidar el embarazo. Así que no os preocupéis si tenéis la sensación de que no podéis vivir sin dormir 12h seguidas ya que este síntoma es muy común entre todas las mujeres.

Molestias durante el embarazo

Además, es muy normal que todas os sintáis un poco más lentas para todo, es decir que vuestra capacidad de atención, de análisis y de respuesta sea mucho más prolongada de lo que es habitualmente. Esto es un poco como el proceso de la menstruación y se debe, fundamentalmente, al hecho de que el cuerpo de la mujer produce mucha más progesterona y melatonina, lo que nos lleva a estar mucho más espesas por el cansancio que conlleva que nuestro cerebro produzca este tipo de hormonas pues son las encargadas de la relajación y el sueño.

Sin embargo -y además de la parte fisiológica- hay otra vertiente, la psicológica, que trata de explicar estos síntomas desde otro punto de vista no menos interesante.

Molestias durante el embarazo

Según Mariela Michelena, psicoanalista y autora de un libro maravilloso -¡que de paso os recomiendo a todas!- titulado “Un año para toda la vida”, por ejemplo, los vómitos en el embarazo suponen la ambivalencia de sentimientos que se siente en ese momento en el que una mujer se enfrenta  al predictor positivo por primera vez, se siente insegura pero a la vez feliz por estar embarazada. Los vómitos le permiten exteriorizar la sensación de rechazo que a veces se siente hacia el embarazo por muy extraño que pueda parecer. Los antojos por otra parte muestran la necesidad impostergable de desear algo absurdo, representa la irracionalidad, al igual que el recién nacido que no puede demorar su necesidad de ser alimentado. El sueño, desde el punto de vista psiconalítico, representa el retraimiento que necesita la embarazada para soñar y tomarse un tiempo para ir dándole forma a lo que siente.

Molestias durante el embarazo

Ambas vertientes nos parecen muy interesantes ya que ambas forman parte inequívoca del proceso del embarazo. Sin embargo, es cierto que la una no puede vivir sin la otra ya que, siempre habrá un aspecto psicológico que afecte a lo físico y viceversa. Nuestra recomendación de Clínica Parc Central es que no os agobiéis porque esto os puede afectar a nivel físico. De todas formas… ¿No os parece muy bonito? ¡Enhorabuena a todas las que estáis esperando vuestro bebé!

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